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miércoles, 23 de febrero de 2011

Anónimo bastión (artículo publicado hoy en 20 minutos)

Ha recorrido los entresijos más sórdidos de la sociedad y se ha especializado en liberar a muchos de los que se sumergen en ellos. Mezcla vocación y profesión. Su labor consiste en el rescate de accidentados de tráfico, perdidos o posibles náufragos. Domina las técnicas y la psicología con las que afrontar este trabajo.

Su aspecto tosco, rudo incluso, no deja traslucir su espíritu filántropo. Él tampoco lo reconoce. Sólo menciona que se trata de su medio de obtener dinero. Pero por ese oficio se ha jugado la vida en infinidad de ocasiones y lo seguirá haciendo. El paso de los años no le ha inducido lo más mínimo a cambiar de fuente de ingresos.

Su tesón y, sobre todo, su humildad lo convierten en uno de esos bastiones anónimos que cimentan nuestra sociedad. No quiero ni pensar qué seríamos sin ellos.

Imagen recogida de laiglesiaenlaprensa.com

miércoles, 16 de febrero de 2011

Futbolero (artículo que me ha publicado hoy 20 minutos)

Su preocupación actual consiste en la posible ampliación de capital del club de fútbol de su corazón. No quiere perder la oportunidad de adquirir alguna acción más. No las necesita, pero las desea. Sabe que tendrá que renunciar a la escapada rural que prometió a su mujer, pero le llenará mucho más.
De hecho, en verano invirtió los 600 euros que ahorró de la paga extra en renovar el pase. Para las vacaciones siempre está disponible el apartamento playero de sus padres.
Vive pendiente del horario del partido de su equipo. Si juega sábado a las ocho o a las diez, ya sea en casa –acudirá al estadio- o fuera –buscará un local donde lo televisen- cualquier otro plan lúdico deja de estimularle. Llueva, nieve o chamusque el sol, estará donde más pueda animar a esos jugadores que marcarán toda su conversación de la semana.

Foto (blogardulceblogar.com)

jueves, 10 de febrero de 2011

No decir no (artículo que me ha publicado 20 minutos 09-02-2011)

Episodio 1. “Hemos cerrado el mostrador de facturación”. Con esta respuesta nos topamos cuando llegamos, apurados de tiempo, a embarcar nuestras maletas. Todavía faltaban más de 40 minutos –el límite habitual en que deja de facturarse- para que despegara el avión. Insistimos y al final conseguimos superar sus trabas. Desde luego, no sin antes escuchar los lamentos de la encargada esgrimidos con la frase: “es que yo me tengo que ir”.
Episodio 2. Domingo. 14,00 horas. Preguntamos en un complejo deportivo municipal si quedan plazas libres para ´spinning´. La respuesta de la persona responsable: “No lo sé. Tendría que mirar el ordenador y ya está apagado”. Contrarréplica: ¿Y a qué hora cerráis? Segunda contestación: “a las dos”. Nos marchamos con la duda porque ella no quiso darle al encendido.
En cada caso un simple minuto de dedicación cambia el estado de ánimo de la persona que realiza una gestión. Pensémoslo antes de decir no cuando alguien nos pide algo.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Buscando alcachofas (columna que me ha publicado hoy el diario 20 minutos)

Plena temporada de alcachofa y fiesta de este producto en la localidad que da nombre a su denominación de origen, Benicarló. Tratamos de comprar un par de kilogramos. Recorremos la feria instalada en su plaza central. No hallamos puesto alguno que la comercialice. Preguntamos en la oficina de turismo. Nos envían al mercado, que está cerrado, y a una frutería, también sellada.
Nos dirigimos al mismo edificio del Consejo Regulador en cuyo interior, por cierto, contemplamos cajas repletas de esta verdura. No venden ni nos orientan sobre un local en el que podamos adquirirla. Se limitan a informarnos de que a las siete de la tarde –una hora después- asarán una tanda. Nos marchamos de la cuna de este exquisito alimento sin poder llevarnos una sola pieza.
A veces una campaña de promoción falla en lo más obvio: facilitar el acceso del consumidor al producto.