Etiquetas

jueves, 3 de noviembre de 2016

¿Por qué pierde votos Ciudadanos? (Levante-EMV)

La encuesta de Invest Group para Levante-EMV certifica el fulgurante descenso en la intención de voto a Ciudadanos. Pasaría de cinco a tres diputados nacionales por las circunscripciones provinciales de la Comunidad Valenciana si se produce una tercera convocatoria electoral a nivel estatal, y de sus 13 escaños autonómicos actuales a ocho si el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, decidiera anticipar los comicios regionales. A escala nacional mantiene esa lánguida trayectoria. Los 40 escaños de diciembre de 2015, que se quedaron en 32 en junio de 2016, se podrían reducir incluso hasta 26, según la encuesta de Celeste-Tel para www.eldiario.es.
¿Por qué ha perdido casi el 40% de sus votantes Ciudadanos en apenas año y medio? He aquí algunas respuestas:

-Falta de una cultura o costumbre de oferta identificada como centrista en España tras las extinciones de UCD y de su secuela, CDS.
-Por el pacto con el PSOE tras las generales de diciembre de 2015. Hasta entonces, Ciudadanos ´surfeaba´ -vocablo de moda entre analistas políticos- en la cresta de la ola de la popularidad. A partir de entonces, empezó su declive. Gran parte de su electorado, procedente del PP, ni lo entendió ni lo perdonó. Faltó pedagogía por parte de la cúpula y consulta a las bases. La mayoría de concejales no lo comprendió ni, como enlaces entre la dirección y el votante, transmitió una explicación tangible. Ese pacto estéril destrozó tanto a PSOE como a Ciudadanos. De aquellos polvos estos lodos. 

-Por la campaña de esas primeras generales. Las encuestas previas avivaron las expectativas. Cargos y militantes se veían competiendo de igual a igual con socialistas y populares. Entonces, como estrategia, la dirección nacional adoptó la determinación de capitalizar todos los actos y sumir a las direcciones regionales en el rol de teloneros o meros palmeros. Los candidatos provinciales quedaron minimizados y perdieron un protagonismo que usufructuó el líder nacional, Albert Rivera. También Barcelona acaparó los recursos económicos de las comunidades. Ciudadanos dejó escapar la oportunidad de permitir crecer a sus paladines locales y posibilitó que brotara el germen del desencanto.
-La causa anterior ha contribuido a un desconocimiento, por parte del electorado, de los líderes autonómicos y municipales. Sin conocimiento resulta difícil que se produzca una identificación. Al portavoz regional y candidato a alcalde de Valencia, Fernando Giner, lo conoce una cuarta parte de sus convecinos, según la misma encuesta de Levante-EMV. Quizás únicamente pueda superarlo Toni Cantó, cabeza de lista al Congreso. El resto, incluidos el delegado territorial o el portavoz en las Cortes –aunque ahora intenta asomar cabeza-, han quedado opacados por la sobreexposición de Rivera que, al final, transmite la visión de un prohombre agotado, demasiado categórico y sin equipo consistente.
-Poca flexibilidad con las singularidades autonómicas. La prohibición, con expulsión incluida de quien asumiera una mera tentativa, de pactar con Compromís en cualquier población, obedece a una visión centralista y alejada de la realidad local. Si el PP ha logrado llegar históricamente a acuerdos de gobierno con la formación de Enric Morera en municipios de las comarcas de la Ribera o la Safor, por qué no puede siquiera tantearlo Ciudadanos. Su negativa a asistir al acto de defensa del derecho foral valenciano del pasado siete de octubre ofrece una nueva muestra. Sí que lo apoyaron PP, PSPV, Compromís y Podemos.
-Desconexión entre los concejales. Cada uno actúa según su propio criterio o las sugerencias del edil de algún municipio cercano. En el mejor de los casos, del diputado provincial o del asesor  de la FVMP. Faltan organización y formación. La incertidumbre nacional solapa el paso del tiempo municipal. Y ya ha transcurrido un tercio del mandato de los ediles.

Por tanto, desmoralización de las bases, desencanto de una parte de su electorado y desconcierto de la dirección, que no sabe cómo contrarrestar el caudal de pérdida de votos. Ante esta situación, Ciudadanos puede jugar la baza de fortalezas propias como dar rienda suelta a la elevada cualificación de muchos de sus militantes más implicados, el margen de recuperación de dos años y casi ocho meses hasta los próximos comicios autonómicos y locales o la capacidad de algunos líderes municipales que asientan de manera positiva la marca. Todavía está a tiempo de revertir la situación o, como mínimo, de tratar de frenar la caída para evitar una colisión letal.

Artículo que me publica el diario Levante-EMV (01-11-2016)

No hay comentarios:

Publicar un comentario