La vicepresidenta tercera de la Diputación de Valencia y
concejal de Rocafort, Carlota Navarro, ha saltado al pedestal de la fama
política en los últimos días por la polémica irrupción en el despacho de EU en
la corporación provincial y por una sentencia que le obliga a devolver unos
emolumentos cobrados de su ayuntamiento. Ella lo ha tomado con la misma
naturalidad o extravagancia, según cada uno lo considere, con la que se
comporta habitualmente.