El diario Las Provincias ha llevado a cabo una tan singular como necesaria iniciativa que persigue devolver un hálito de optimismo a la sociedad, en este caso a la valenciana. En un multitudinario acto logró reunir el pasado día seis de marzo a los representantes de alrededor de 150 entidades cívicas que proclamaron al unísono que ´Valencia es mucho más´, lema del encuentro.
Acto ´Valencia es mucho más´organizado por Las Provincias. Foto LP |
Ese optimismo resulta en la actualidad más necesario que en los últimos 20 años. Sí, en efecto, la coyuntura propicia el estado de ánimo contrario. Desde luego, la crisis económica que hunde en la miseria a cientos de miles de ciudadanos incita al lamento, a la queja y a la desmoralización. Si todo ello lo aderezamos con las constantes imágenes de impune corrupción y la repetición de actuaciones ineficaces por parte de nuestros gestores públicos, nos podemos sumir en una profunda depresión colectiva.
Podemos
Las circunstancias arrastran al hundimiento, un estado con el que, obviamente, no solventaremos los incontables problemas que nos asolan. Por tanto, para salir de esta situación lo primero que hemos de hacer consiste en pensar que podemos, que somos capaces de ello y que disponemos de la cualificación, el ánimo y la entereza para lograrlo.
Que esa salida no implica necesariamente adoptar los comportamientos de algunos comerciantes asiáticos asentados en nuestro país que, en efecto, dedican incontables horas a su labor, pero, de igual modo, proporcionan un producto de baja calidad y un trato que, en demasiados casos, deja mucho que desear.
Que esa recuperación, como insisto, comenzará si estamos convencidos de que podemos lograrla, como la experiencia de crisis pretéritas ha demostrado. Y se iniciará si cada uno aporta su diminuto aunque necesario granito de arena. Si esperamos que nuestros desconcertados políticos nos saquen por sí solos del atolladero podemos cometer un craso error. Al igual que si aplicamos a rajatabla las recetas de ciertos gurús.
La coyuntura actual no deja atisbo a la pasividad. Que cada uno aporte aquello que pueda o sepa. Y que lo haga con optimismo, pensando que la situación, evidentemente, puede mejorar.