20 minutos. Pág. 2. CV |
¿Podemos imaginar un vagón de metro en silencio telefónico,
sin que suene un móvil y sin que alguien responda a una llamada? ¡Qué sensación
de apacible tranquilidad transmite ya únicamente de pensarlo! En ese mismo
transporte público también habría un escrupuloso respeto a no ocupar asientos
para discapacitados, embarazadas o ancianos. Aunque no viajaran en ese momento personas
de esos tres colectivos. Da igual, por si acaso.
Igualmente –y pese a que, como periodista, esta norma en
cierto modo me repatea - estaría prohibido abrir un diario. El motivo, no
importunar al vecino del asiento de al lado con la inevitable extensión de
brazos y papel. Un amigo que acaba de llegar de Japón me comenta que allí este
reglamento –claramente explicado con símbolos en los vagones- se cumple a
rajatabla. No estaría de más importarlo a la Comunidad Valenciana, aunque fuera
en lo relativo al móvil y a los asientos. Sí, estoy convencido de que seríamos
capaces de aplicarlo. Más que de carácter se trata de una cuestión de
disciplina y, sobre todo, de civismo.
Columna de opinión publicada hoy en el diario 20 minutos.
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