Cuando en una misma semana se estropean
tu teléfono móvil, tu ordenador y tu lápiz óptico de cabecera, puedes pensar
que padeces una confabulación tecnológica o que, simplemente, tu existencia sufre
un achaque digital. Si ocurre en vísperas de la conmemoración del Día
Internacional de la Seguridad de la Información, a celebrar este viernes 30,
posiblemente te plantees dudas más serias.
Redes sociales, compra on-line,
descargas, copias de seguridad, portátiles, contraseñas… y un largo etcétera de
términos y actividades relacionadas forman parte de nuestra vida, de nuestro
vocabulario cotidiano. Nos hemos habituado tanto como a los tubos de escape de
los coches o a la sobredosis de café.
¿Resultan seguros estos canales de
información? El comediógrafo Aristófanes, quien afirmaba que “la desconfianza
es la madre de la seguridad”, supongo que los rehuiría. Prefiero la actitud que
desprende el poeta TS Eliot en su aseveración “no harán muy grandes cosas los
vacilantes que dudan de la seguridad”. En todo caso, precaución.
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