Hace escasos días, en un diálogo informal, un pequeño empresario que dirige a menos de una decena de trabajadores comentaba que su empresa, a pesar de los duros envites de la crisis, funciona medianamente bien, sus productos tienen demanda y factura sus servicios. No obstante, se ve abocada a negociar un crédito de condiciones leoninas con una entidad bancaria para asegurar el pago de nóminas. En total ha solicitado 45.000 euros.