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lunes, 11 de junio de 2012

Socorristas


Su trabajo adquiere especial relevancia durante el verano. Algunos de sus profesionales ejercen durante el resto del año en piscinas cubiertas, pero la inmensa mayoría dedica a esta tarea los meses estivales, principalmente como un sobresueldo o como un modo de sufragar gastos de las tres restantes trimestres.

Imagen de recurso tomada de salesportclub.es
Determinadas series televisivas han mitificado una labor que tiene mucho de tedio y una parte fundamental de capacidad de aceleración y actuación certera. A lo largo del día dedican la práctica totalidad de su jornada a patrullar por la orilla o a avistar desde las torres ubicadas en la arena a los bañistas. Poca emoción. Los días de bandera roja tienen una actividad extra, que consiste en avisar a una pléyade de temerarios ciudadanos que no han de adentrarse en el mar, que ese color significa una prohibición, no un consejo.


No obstante, como digo, los instantes en que han de realizar un rescate y trasladar al afectado hasta la orilla para recuperarlo resultan de tanta intensidad que compensan cualquier momento de relajación anterior.
Para aplicar este tipo de actuaciones con rapidez y eficacia necesitan preparación y una forma física que no pueden descuidar un ápice. Del mismo modo, sangre fría para contener los golpes y las arremetidas del que piensa o sabe que se está ahogando y pretende asirse a quien sea para sobrevivir. Se trata de momentos angustiosos en los que la vida del propio socorrista se halla también en juego. Un fallo, una duda, y se hunden ambos.

Los bañistas, veraneantes o transeúntes playeros tienen todo el derecho a disfrutar de un rato apacible en la orilla del mar. No obstante, también deben de respetar el trabajo del personal de auxilio en el litoral que vela por su seguridad con consejos básicos y lógicos, por mucho que, en ocasiones, no resulte grato escucharlos. Por tanto, la mejor manera de garantizar esa seguridad y de saborear un chapuzón estival consiste en seguir las instrucciones de socorristas, paneles y banderas. Por la propia seguridad.