El 1 de marzo ya no emitirá Aldaia Radio. Tras diez años y medio transmitiendo noticias locales y comarcales la sociedad municipal cierra. El equipo de gobierno ha adoptado la tópica decisión de, en una época de carestía como la actual, suprimir aquello que considera menos fundamental: la información.
Sus cuatro trabajadores recibieron la nefasta noticia en la mañana del miércoles 15. El propio concejal de Comunicación se la anticipó personalmente. Desde luego, demostró bastante más tacto que la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, cuando proclamó hace un mes, en medio de una rueda de prensa, la clausura de la televisión municipal. También los responsables locales de Aldaia telefonearon a los diez colaboradores actuales para explicarles la decisión.
Atrás queda una dilatada trayectoria con el liderazgo de una red de emisoras locales, la recepción de premios por su labor o la capacidad para aglutinar a un centenar de colaboradores. La emisora había ido a menos y la crisis a más. El desenlace parecía cantado ante la lógica que aplican los políticos en estas situaciones y que estamos sufriendo los periodistas. Ahora los empleados, contratados laborales, tratarán de hacer de tripas corazón y malvivir en sus puestos hasta que el pleno de final de mes ratifique el cierre. Mucho ánimo y, desde luego, felicidades por la labor realizada.
La Noticia Digital
Un caso bastante diferente resulta el de Lanoticiadigital.es, un medio que nació hace escasamente un mes con la propuesta de ´periodismo´ ciudadano pero, a la vez, con una plantilla de seis profesionales de la información dirigidos, con toda la ilusión del mundo, por Borja Gitrama. Surgió en Valencia, con sede en la misma calle Ruzafa, y con la ambición de convertirse en referente nacional.
La singladura ha devenido en naufragio apenas zarpar. Ha fallado el inversor en su compromiso y ha dejado hundidos a los periodistas que se embarcaron y aportaron toda su cualificación a este proyecto privado. La iniciativa, que levantaba un hálito de optimismo en el nigérrimo panorama que soportamos, ha acabado en una desilusión más.
Emprendedores de la información
El cierre de estos medios de pequeña envergadura supone un verdadero drama, tanto para los profesionales que lo sufren en cuerpo y mente como para el propio sector. En un contexto en el que los grandes emporios comunicativos ya no generan plazas de periodistas –por desgracia ocurre lo contrario- los más reducidos, los que surgen como fruto de emprendedores o de idealistas, se convierten en tabla de supervivencia y de empleo para muchísimos trabajadores de la información.
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