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martes, 1 de abril de 2025

Tenerife norte para empezar la primavera (y III)

 

Ya son pasadas las tres de la tarde y estamos más o menos lejos de otros restaurantes, por lo que nos adentramos en el del parador. Por unos 20 euros por persona comemos bastante bien, con una tapa de quesos canarios y una cata de aceite de lugar, por ejemplo. Todo ello con la panorámica del terreno volcánico y la cima del Teide.

Otra hora larga para retornar a Puerto de la Cruz con ganas de volver a disfrutar de la piscina en esta época del año poco proclive a ello. El tiempo de las Canarias incita a ello. Después de saciarnos del ejercicio, nos dirigimos al cercano centro comercial Martiánez.

Queremos aprovechar los precios más baratos de algunos productos en las islas respecto a la península. No lo conseguimos en este lugar, pero sí en el céntrico outlet de Benetton. Por el recuerdo que tenía del establecimiento de Lanzarote y tras observar uno similar en la Laguna, buscamos y encontramos el del Puerto de la Cruz de esta conocida marca italiana.

sábado, 29 de marzo de 2025

Tenerife norte para empezar la primavera (II)

 Después de emplear parte de la tarde en estos menesteres ociosos, volvemos a subir al coche y nos dirigimos a la bella población de La Orotava, que emerge sobre el valle del mismo nombre. De ella destacan sus casonas señoriales, sobre todo la conocida popularmente como De los Balcones, con sus tres líneas de ventanales: los más bajos con estilo de guillotina, y los cinco medianos y el corrido de arriba sobre la base de madera. Espectacular la fachada de la oficialmente denominada Casa Fonseca. También es un museo, pero las horas ya tardías conllevan que esté cerrado.

Paseando entre subidas y bajadas y contemplando las numerosas casas señoriales llegamos a los espectaculares Jardines del Marquesado, con su cripta, sus espacios privados construidos con ramas, su croar de ranas y un sinfín de detalles que comportan una visita diurna más pausada para disfrutarlos. Nos quedamos con las sensaciones.

De noche ya, vamos a cenar a un guachinche, nombre que recibe la típica cantina canaria con buena comida y precio reducido. Elegimos Los Gómez, en una cuesta en las afueras. No tenemos mucha hambre, aunque pese a ello nos atrevemos con un plato de ropa vieja, con su carne mechada, patatas y garbanzos.

Todavía percibimos en nuestro estómago el almogrote y el gofio degustados este mediodía. Un poco de vino tinto tinerfeño de la casa completa el menú antes de volver al hotel para concluir el día delante del ordenador, escribiendo estas líneas, en el balcón de unos 50 metros cuadrados -no exagero- sintiendo en el rostro la deliciosa caricia de la brisa marina.


martes, 25 de marzo de 2025

Tenerife norte para empezar la primavera (I)

La sed que me dejó el bocadillo de jamón que comí en el aeropuerto (comprado a propósito en el Mercado Central) y la estrechez del espacio entre butacas provocaron que las dos horas y cuarenta y cinco minutos de vuelo entre Valencia y Tenerife se me hicieran largas. El libro que tenía entre mis manos, con un argumento de futuro postapocalíptico, tampoco lograba que el tiempo transcurriera con mayor rapidez.

Sea como fuera, el avión de Ryannair aterrizó en el aeropuerto de Tenerife Norte sobre las seis de la tarde, hora -por supuesto- canaria. Con la rapidez habitual en esta compañía, Cicar nos entregó el coche de alquiler. Se trata de un Opel Corsa gris que nos iba a acompañar, o, escrito con más precisión, llevar, en los próximos días.

Con él nos desplazamos hacia Puerto de la Cruz, donde nos alojamos en un apartahotel -de nombre Casablanca, como la cercana metrópoli marroquí-. con piscina incluida para darnos los primeros chapuzones al aire libre de 2025 en un lugar con clima tan paradisíaco como las Islas Canarias. Cada vez que vienes te entran más ganas de repetir. La atención amable y profesional al turista acrecienta ese sentimiento.

jueves, 30 de enero de 2025

La alcachofa, también para ensaladilla

 

Alcachofa frita, rebozada, hervida…o en ensalada. Esta verdura tiene un especial predicamento, sobre todo en su temporada, la invernal. En la Comunidad Valenciana destaca por la producción en el campo de la zona castellonense de Benicarló y su entorno, aunque su cultivo se extiende progresivamente.

Su uso también se prodiga. Como producto autóctono, se ha integrado en el proyecto ‘Cuatro estaciones de la terreta’, que desarrolla el restaurante Mi Cub, ubicado en el céntrico y modernista Mercado de Colón, en Valencia. Lo ha hecho a modo de tapa estrella de invierno, aunque en un formato refrescante para esta época, el de ensalada. O más bien el de ensaladilla.

jueves, 16 de enero de 2025

Mallorca invernal (y III): Binissalem, Deià...


 Nuevo día, último completo en la Tramuntana. Vamos a tratar de aprovecharlo. Para empezar, después de pasear por el entorno del santuario y desayunar, nos dirigimos a Binissalem. Como cada viernes, hay mercado semanal ambulante de alimentación, plantas y ropa. Se ubica en la plaza local de la Iglesia, en el amplio entorno del templo parroquial.

Tras darle unas cuantas vueltas mentales, me compro una sobrasada. Las vueltas se deben a que ya me hice con una en Palma, por lo que no tenía claro si adquirir una segunda. Al final me decido por el sí. Soy bastante aficionado desde niño a este producto y qué mejor que aprovisionarme en Mallorca. Lo hago al final en una tienda minorista y previo paso por una bodega, ya que el vino de esta zona tiene especial fama dentro de la isla.

Desde Binissalem nos desplazamos hacia Alaró con la intención de contemplar su castillo, el principal de los ubicados en esta porción de la isla. El problema radica en que desde el casco urbano hasta la fortificación el recorrido en coche se extiende alrededor de media hora. Demasiado para dedicárselo en días tan cortos y a sabiendas de que de ese castillo quedan los restos.

lunes, 13 de enero de 2025

Mallorca invernal (II): Alcúdia, Sóller...

 La primera parada la hacemos en el casco urbano de Pollença, que da para un paseo por la zona antigua coronada por la iglesia de la Virgen de los Ángeles, con su enorme rosetón y, sobre todo, las llamativas pinturas en su parte superior. Sorprende. El golpe en la rodilla no permite la subida al calvario y sí que induce a buscar una farmacia de guardia donde comprar una crema calmante.

Lo segundo no resulta sencillo. Al ser un día festivo, solamente está de guardia la de Cala San Vicenç, a unos seis kilómetros del núcleo tradicional. Hasta allí nos desplazamos para encontrarnos con que la farmacéutica nos dice que no tiene ninguna de las marcas habituales y sí que nos ofrece como única alternativa otra con cannabis como ingrediente destacado e incluido en su propia denominación, a precio estratosférico. Aprovecha el monopolio farmacéutico en este día.

La cala, pequeña, tiene su encanto e invita a un corto paseo y a un oteo del mar. Más largo lo hacemos ya en el puerto de Pollença, aunque las nubes que tapan constantemente los rayos de sol y el viento gélido no inducen a disfrutar de terrazas. Es la Mallorca invernal. Y el atractivo de mayor renombre de la isla lo conforman, precisamente, su costa y playas. Caminamos lo que podemos y comemos en uno de sus locales unas pizzas anodinas.

jueves, 9 de enero de 2025

Mallorca invernal (I): el santuario de la Virgen del Lluc y Palma

 Mallorca siempre da para un nuevo viaje por muy reciente que haya sido el anterior. Los contrastes de la isla propician los descubrimientos y las búsquedas de lugares que escapen de las imágenes estereotipadas. En este caso, ¡qué mejor que una Mallorca invernal en plena sierra de Tramuntana! Y nada de hoteles en el litoral, sino la hospedería del santuario de la Virgen del Lluc como alojamiento.


Antes, eso sí, llega el aterrizaje con la compañía aérea Vueling, el coche de alquiler con Centauro (que te cobran 129 euros de más a devolver si entregas el vehículo con el depósito lleno de gasolina como lo recogiste) y una visita guiada por Palma. De aperitivo, genérica, y con el mercado de l´Olivar como meta con el objetivo de buscar la sobrasada con aspecto más sabroso -no me he podido resistir a la aliteración-.

viernes, 20 de diciembre de 2024

Puy du fou invernal

 Chocolate caliente para atenuar el frío que atenaza el cuerpo, espectacular entrada del cortejo de los Reyes Magos que enciende la ilusión, gradas llenas que confortan frente al viento externo… y, sobre todo, espectáculo. Puy du Fou, el parque temático -o viaje en el tiempo, como lo definen sus creadores- que recrea siglos de la historia de España en Toledo, se adentra en la Navidad.

No es época de actuaciones nocturnas, pese a la fama atractiva de El Sueño de Toledo. El día acorta, el clima en el entorno yermo de la capital toledana donde se sitúa este complejo -nada de atracciones por las que lanzarse, solo historia narrada con una didáctica apasionante- anima a recogerse y a disfrutar de lo mejor lo más protegido posible.


martes, 17 de diciembre de 2024

El Toboso, Tembleque, Ocaña...: por tierras toledanas

Este viaje tiene como principal objetivo Puy du Fou (en una próxima crónica lo contaremos); no obstante, lo tratamos de aderezar con el máximo de localidades toledanas posibles. Empezamos con Mota del Cuervo. El nombre, de nuevo -ya me pasó años atrás- me hace pensar en el castillo de la Mota, bastante alejado geográficamente, hasta que topo con la cruda realidad.

Además de la silueta de un cuervo en un monolito de la rotonda que orienta hacia la colina, lo que destacan son los ocho molinos tradicionales que se elevan en una colina cercana a esta población y hasta donde subimos. Ganan desde lejos.

domingo, 15 de diciembre de 2024

Primera experiencia en Blablacar

Me llega un mensaje mientras espero en la plaza de Los Luceros de Alicante. Cata me comenta que está a cuatro minutos. Yo llevo ya diez esperando por mi bisoñez en estas lides y mi usual afán de puntualidad. Él aparece seis antes de las 17 horas, momento previsto de la partida. 

Me saluda cordial. "Ya que has llegado el primero, sube de copiloto", me indica afablemente. Con su porte musculoso y rondando la treintena, señala hacia una chica de unos 25 años que se aproxima y la identifica como otra de las viajeras. "Debe de ser María José", anticipa con acierto. 

Casi a la par se acerca Carlos -el cuarto ocupante del vehículo- con su bolsa de viaje y el pelo castaño alborotado. Ya estamos todos listos para salir hacia Valencia en el Mercedes Coupé gris metalizado de Cata. Impoluto por fuera y por dentro. Digno de un Super Driver, como lo califica Blablacar, la web que agrupa pasajeros y conductores de vehículos privados. 170 viajes compartidos ha dirigido -no solo conducido- Cata.

martes, 3 de diciembre de 2024

Varsovia en fin de otoño (y III)

Tercer día. Esta vez no hay lluvia, aunque el frío se mantiene como fiel compañero. Me bajo la aplicación de Bolt para reservar un coche con conductor que me traslade al aeropuerto al día siguiente. Y, sin más, me desplazo hasta el punto de inicio del recorrido contratado con Civitatis- que en Varsovia subcontrata a Walkative- por el gueto judío, el más grande de los ideados de manera macabra por los nazis durante la II Guerra Mundial.

El recorrido, sin ver mucho porque la mayoría de edificios fueron demolidos en el epílogo del conflicto bélico, permite sentir a flor de piel el sufrimiento de lo ocurrido. Para ello hace falta un buen narrador como el polaco de nombre francés y perfecto acento español Stephane. Intentamos comprender la situación de casi medio millón de personas hacinadas en poco más de tres kilómetros cuadrados y tratando de sobrevivir con una alimentación calórica que en el peor de los casos llegaba a una décima parte de la que necesita un adulto en un día.

martes, 5 de noviembre de 2024

Varsovia en fin de otoño (II)

 Amanecer lluvioso y tempranero. A las siete ya es de día, aunque el hecho de que lo sea no motiva en exceso, por el frío y el agua que cae, a salir a la calle. Visita guiada a las 10,30 con salida bajo la estatua de Nicolás Copérnico, el visionario de la teoría heliocentrista nacido en Polonia. Desde ahí pasamos junto a la iglesia que preserva el corazón del icono musical de Varsovia, Chopin, entramos en la biblioteca universitaria y continuamos por el antiguo Camino – o ruta- Real hacia la estatua de Segismundo, el rey de la dinastía sueca Vasa que adjudicó la capitalidad a la ciudad.

Pasamos junto a la catedral -el hecho de que sus puertas estén cerradas simplemente es una forma de evitar que entre el aire a su interior, ya que basta con empujarlas para que se abran- y aparecemos frente a la popular Campana de los Deseos, que se halla, cual escultura, sobre el asfalto, y que, según su historia, nunca fue colgada. Desde allí nos dirigimos hacia la barbacana de la fortaleza, previo tránsito por el epicentro reconstruido de la ciudad antigua.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Varsovia en fin de otoño (I)

El vaho que emana de mi boca al exhalar me avisa que el tiempo ha cambiado, que esto no es Valencia. En efecto, acabo de aterrizar en el aeropuerto Frédéric Chopin, en Varsovia, y desciendo por la escalinata del avión de la compañía Wizzair que ha llegado con media hora de antelación a la capital polaca.

El recorrido por las instalaciones aeronáuticas bautizadas con el nombre del célebre compositor de origen polaco aunque fallecido en París se me hace corto y con rapidez me planto en su salida y, justo frente a ella, en las paradas de autobuses de línea.

El que me traslada al centro es el 175. El billete lo compro en la máquina expendedora situada junto a las señales con los números de cada transporte y lo pago con tarjeta de débito. No me hace falta moneda local ni, en este caso, descargar la aplicación para transporte urbano. Mientras espero, trato de aprender a pronunciar la palabra csezc, que significa hola. La repito durante algunos segundos ante la sonrisa asertiva de una autóctona.

sábado, 31 de agosto de 2024

Por el Camino del Salvador (y etapas V y VI en una)


Quinta etapa. Oviedo ya se ve. Desde seis kilómetros antes, entre brumas. No obstante, para llegar hasta ahí ha habido que sufrir. Hoy hemos sumado dos etapas en una: La Pola-Mieres (14 kilómetros) y Mieres-Oviedo (18 kilómetros).

La primera parte resulta más o menos sencilla, en llano, junto al río Caudal. Se nos complica algo porque, por error y porque las flechas amarillas del camino nos llevan hacia allí, tomamos una variante con la senda comida por la vegetación y entre subidas y bajadas. Nuestro karma no nos permite relajación.

A las dos horas y cuarenta y cinco minutos nos plantamos en Mieres. Comemos lo que en Asturias llaman pincho, que para un valenciano se define como un bocadillo mediano. En mi caso, relleno de filete empanado.

jueves, 29 de agosto de 2024

Por el Camino del Salvador (etapa III)

Día 4 y tercero de camino. Estamos en la localidad de Pajares, famosa por su temible puerto de Montaña. Acaba de pasar la furgoneta de venta de pan y bollería. Para, después de pitar un par de veces, en la plaza en la que estamos sentados y empiezan a salir mujeres de las viviendas para comprar. Nos explican que el panadero acude por las tardes entre semana, que el frutero lo hace un par de días y que el carnicero, una. No existen comercios en este municipio ni en otros vecinos, por lo que la venta se hace de manera itinerante.

Eso ya es por la tarde, en el banco pegado a la casa de unas lugareñas de amable conversación. Antes, hemos superado un recorrido más corto de lo habitual (14 kilómetros), aunque también bastante exigente.

lunes, 26 de agosto de 2024

Por el Camino del Salvador (etapa I)

 Pronto me daré cuenta de que el Camino del Salvador (o de San Salvador) resulta tan intenso y fascinante como desconocido. Antes, llegada a León en tren de alta velocidad desde Valencia tras cinco horas cortas de tertulia, lectura y observación.

En la histórica ciudad, visita al museo romano que, para nuestra suerte, coincidió con el inicio de un recorrido guiado gratuito tanto por las propias instalaciones como por el exterior para desembocar en los restos subterráneos del antiguo anfiteatro.

Desde allí nos dirigimos al local de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, en la calle Independencia, donde un socarrón voluntario veterano nos suministra una información bastante sui generis y nos entrega, por dos euros, el pasaporte de peregrino de Camino del Salvador, uno específico diferente al del resto de caminos de Santiago.

Después nos trasladamos a la iglesia de San Isidoro, donde custodian los restos del santo del mismo nombre, para entonar la canción del peregrino y recibir la bendición, junto a otros ocho compañeros de camino. Intentamos entrar en la catedral pero, aunque todavía faltaban 20 minutos para el cierre oficial, ya no nos lo permiten.

jueves, 22 de agosto de 2024

Finlandia: de Helsinki a la región de los mil lagos (y IV)

Nueva jornada, esta con destino urbano: Tampere, la tercera ciudad en población de Finlandia, que se acerca al cuarto de millón de habitantes. Nos separan de ella algo más de 90 kilómetros, que transitamos alternando sol, nubes y llovizna, como suele pasar en este país, aunque hay que reconocer que los anteriores cuatro días ha predominado el primero, el astro solar.


Tampere responde al modelo de ciudad que estamos viendo en Finlandia: sin centro histórico y con un epicentro comercial práctico y carente de repuntes estéticos. Contemplamos la catedral y, sobre todo, visitamos el Museo del Espía, el primero del mundo dedicado al espionaje.


El anillo de Mata-Hari, todo tipo de cuchillos plegables y los clásicos bastones que esconden una espada, numerosos modelos de micrófonos, uniformes y otras cuestiones prácticas que ayudan a acercarse a ese ámbito nos muestra el museo. En el mismo edificio se halla un café con buena panorámica de la ciudad.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Finlandia: de Helsinki a la región de los mil lagos (III)

Hoy optamos por dos con iglesias de renombre. La primera, la de Petajavesi, Patrimonio de la Humanidad. No está abierta -el jardinero nos dice que lo hace en junio y julio- y solamente nos es posible contornearla para apreciar su estructura construida a base de madera de pino y con forma de cruz griega. Otra jardinera riega con mimo el césped del cementerio ubicado en su entorno.

La segunda iglesia es la de Keuruu, localidad de casi 10.000 habitantes – cifra nada desdeñable para el entorno-, que atesora el templo de madera más antiguo del país. También lo rodeamos, paseamos junto a su acicalado cementerio y damos un paseo por esta población, cuyo mayor encanto, además del templo, lo constituye un par de casas de madera de estilo señorial. En una de ellas ofrecen un elegante servicio de restauración.

La tarde la dedicamos a buscar una playa o un espacio similar en el lago Paijanne, junto al que estamos. No resulta nada fácil. Hay escaleras para entrar en el agua desde tramos de madera que parten de cabañas, pero espacios más públicos y amplios no encontramos.

martes, 20 de agosto de 2024

Por el Camino del Salvador (etapa IV)

Adelanto de un capítulo intercalado en la próxima crónica viajera que publicaré íntegra a partir del 26 agosto.


La cuarta etapa hasta La Pola de Lena parecía más sencilla después de la dureza de las anteriores, pero ha sido, tal como anunciaba la guía Gronze, de cabecera en el Camino de Santiago, un “rompepiernas”, de esas que parecen querer quebrar tu espíritu, aunque no lo consigan finalmente. De las que te ponen a prueba física y mentalmente.


Pasamos, casi como cada día, por sendas tan estrechas, que apenas cabe el pie y ves riesgo elevado de desprenderte. El bastón que he llevado este año me ha ayudado mucho para evitarlo. Y para darme empujoncitos en las empinadas subidas.

lunes, 19 de agosto de 2024

Finlandia: de Helsinki a la región de los mil lagos (II)

Desde Helsinki nos dirigimos, previo paso por el hotel para recoger las maletas que tenemos depositadas en la clásica habitación junto a la recepción que todos habilitan para estos menesteres, en dirección norte. No demasiado, pero sí a unos 230 kilómetros hacia arriba del país, hasta la localidad de Jamsa.

Llueve, arrecia, solea, se nubla… así alternativa y repetidamente durante unas tres horas de carretera. Por el camino nos detenemos en un enorme centro comercial a comer junto a la ciudad de Lohti.

Y llegamos al complejo donde hemos alquilado una cabaña de madera, con su sauna incluida, por supuesto, detalle fundamental en este país que tiene tan inculcado el hábito de su uso y disfrute. Se halla el alojamiento en la denominada zona de los Mil Lagos.

No sé si habrá tantos, aunque sí que se suceden. No para bañarse los que vemos; más bien para engalanar la panorámica y salpimentar el entorno boscoso. Cena de salmón en el restaurante del complejo y a asentarnos en esta cabaña de escalera estrecha y empinada que separa la planta baja de comedor, baño y cocina del piso superior con las habitaciones.

Nueva jornada. En el paseo del atardecer observamos a un zorro que intercambia miradas poco amistosas con un ciervo. La relación no va más allá.