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sábado, 1 de octubre de 2016

Los consejos en comunicación de Luis Arroyo

Desde que el politólogo José Luis Sahuquillo me prestó el libro El poder político en escena, he seguido con mucho interés a su autor, Luis Arroyo, Experto en asesoría y comunicación a políticos, tiene una dilatada experiencia tanto trabajando directamente para altos cargos como desempeñando esa labor de manera externa. Este viernes 30 de septiembre la Universidad Católica de Valencia, dentro de su Máster en Marketing Político y Comunicación Institucional, brindó la oportunidad de escuchar a Arroyo a todo aquel que estuviera interesado. La experiencia, desde luego, valió la pena.

Luis Arroyo (Foto de su blog)
Voy a resumir su hora larga de ponencia en el sumario de puntos que él expuso en la sede de UCV de la calle Jorge Juan, en Valencia. Cada uno de ellos sintetiza perfectamente su perspectiva y sus reflexiones sobre cómo enfocar la comunicación política de un partido, o, simplemente, de un candidato.

Aquí va la relación de propuestas que lanzó Luis Arroyo:

-Liderar consiste más en aprovechar las olas existentes que en generarlas. Un surfista mediocre puede parecer muy bueno si se sube en la ola adecuada. Al igual que, metafóricamente, un político. En este punto recomendó leer el libro ´Trump: ensayo sobre la imbecilidad´.

-El comportamiento político es de una racionalidad limitada. En este apartado aconsejó la lectura de ´Pensar rápido, pensar despacio´, de Daniel Kanheman, e hizo el juego de la puja del billete de 20 dólares para demostrar "dos fenómenos clásicos de una burbuja: la aversión a la pérdida y la competición".

-Es prácticamente imposible convencer a tus adversarios. La política es creer para ver, y no viceversa.

-Las palabras y las formas determinan de manera radical lo que vemos. En este apartado, además de instruir en un juego ambiguo sobre letras y números, recalcó "el efecto del marco, de cómo se cuentan las cosas". Y lo ejemplificó con la diferente percepción de adopción por parte de parejas del mismo sexo. Un grupo de debate no piensa del mismo modo si lo afronta contemplando fotos de la cabalgata del Día del Orgullo Gay o de parejas de hombres o mujeres elegantemente vestidas y abrazando con sumo cariño a un bebé.

-La lucha por extender tu semántica y evitar la infiltración del adversario. En este punto citó la expresión ´estado del bienestar´, acuñado por socialdemócratas y posteriormente asumido por conservadores.

-Todo depende de las expectativas. Satisfacción = resultado - expectativas. Antes de un debate el equipo de cada candidato sube las expectativas del rival para que luego el resultado final haga parecer mejor a su propio candidato y peor al contrario.

-El ciudadano percibe a los líderes como protagonistas y antagonistas de un relato.

-Una buena comunicación se hace en la cocina, no en la barra.

-Definitivamente, progresistas y conservadores no somos iguales. Y puso, en el imaginario colectivo, tres calificativos con los que vincular a personas más conservadoras: duros, devotos y patriotas.

-Las ideas se extienden como los genes. Por eso las llamamos memes.

-Cuidado con la ciberutopía.

-Cuidado con quedarte en medio. (Mencionó como ejemplo a Ciudadanos) Y aquí aludió a la frase de un amigo ecuatoriano, cuyo nombre no citó, que reza "Nadie compra camisetas del árbitro".

-No es lo que dices. Es lo que haces.

-No todo vale: la comunicación es un arma poderosa y ha de estar en las manos adecuadas. Apelación a la ética.

-Mejor cigüeñas que estorninos.