El inicio de la singladura presidencial de Mariano Rajoy y la incorporación de sus ministros permiten, además de acelerar las reformas en España, que numerosas situaciones políticas de menor envergadura comiencen a afrontarse. Me refiero a todas esas cuitas que habían quedado aparcadas a la espera del desarrollo de las elecciones del 20 de noviembre y la constitución del gobierno.
Por ejemplo, el liderazgo en el PSPV. Jorge Alarte, el actual secretario general, se halla más acorralado que nunca por su pléyade de enemigos políticos. Mientras, su aliado esporádico, Ximo Puig, ahora se sube al carro del reformismo socialista chaconiano. Lo hace después de décadas enarbolando el obsoleto legado del lermismo. En esta tesitura emergen las locuaces voces renovadoras de Manuel Mata y de Francesc Romeu. Y también, con discreción, la sobria y consensual figura del portavoz en la Diputación de Valencia, Antonio Gaspar.
ABC Comunidad Valenciana. Pág. 72 Viernes 23-12-2011 |
El Partido Popular puede aprovechar que ha amainado el siroco electoral para realizar algunos retoques locales. Dos de ellos afectan a sendos municipios de l´ Horta Nord en los que las divisiones internas le hicieron perder cómodas mayorías absolutas. En Rafelbunyol Eduardo Ovejero, auténtico báculo del alcalde, Jaime García, ha aireado su marcha de la política local para centrarse en la autonómica. El propio primer edil, que ya ha superado con creces la edad laboral de jubilación, tampoco apuraría el mandato.
Otro de los cambios afectará a la presidencia comarcal. Miguel Baillach, actual secretario del PP en l´ Horta Nord, reemplazará en el cargo a Manolo Álvaro. La dirección del partido ha ofrecido incluso a este último adelantar el relevo, aunque únicamente sea de facto. No obstante, Álvaro asegura sentirse con fuerzas para seguir desempeñándolo. Incluso para no renunciar a su acta de concejal en Alboraya a pesar de la pérdida de la alcaldía y de las crecientes voces discordantes con su gestión en la ejecutiva local.
Cuota de UPyD
Por cierto, UPyD, en la cresta de la ola por su escaño en la provincia de Valencia, se plantea rebajar su cuota de afiliación. Los 20 euros mensuales resultan una cantidad excesiva para bastantes de los posibles nuevos militantes que acuden con curiosidad a sus sedes. Una forma de profundizar en la democracia.