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| 20 minutos. Pág. 2 CV (09-07-2014) |
Con un rictus de tensión, debaten sobre cuál es la dirección
correcta. Ambos analizan compulsivamente el mapa de Valencia que sujeta él y dirigen
su mirada en diferentes sentidos. Ella señala con el dedo índice de su mano
derecha hacia la avenida que les enfrenta. Su pareja niega con la cabeza y
apunta hacia el lado contrario. Al final deciden avanzar a la deriva.
Esta escena, que corresponde a dos turistas desorientados,
la presenciamos cada diez o quince metros si paseamos por el centro de
Valencia. Cientos de personas deambulan sin un cicerone. La imagen de la ciudad
y la sensación de hospitalidad mejorarían si agentes turísticos municipales,
debidamente acreditados, transitaran por las principales calles de la ciudad. Y
si se dirigieran a cada visitante despistado para echarle una mano. Cuando
somos nosotros los foráneos lo agradecemos y valoramos.
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20 minutos en la
Comunidad Valenciana (09-07-2014)
