Nuevo día de niebla matutina, aunque en este caso no se disipa con el discurrir de las horas. Ascendemos hasta el casco urbano de Los Canarios envueltos en bruma, que solamente se diluye cuando superamos esa altura. De repente aparece el sol. Y así conducimos hasta el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, el emblema natural de Canarias.
La elocuente trabajadora de la oficina de turismo a la que aludí en la primera jornada nos ha recomendado que evitemos la ruta habitual que conlleva contratación de taxi compartido y que optemos por ascender hasta la localidad de El Paso y de ahí ir a La Cumbrecita con sus miradores. La tarea nos lleva algo más de una hora en la que atravesamos de nuevo los rescoldos del volcán de la zona de Cumbre Vieja que arrasó parte de la isla en 2021. Impresiona. También pasamos por La Ermita de la Virgen, pegada al parque y engalanada por festejos.