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| 20 minutos. Pág. 2 (21-05-2014) |
Ni los anodinos carteles y debates electorales, ni el
discurso belicoso de los dos grandes partidos incidiendo en los fallos ajenos,
ni la desafección política animan a votar el próximo domingo. Tampoco el
desconocimiento que existe de los eurodiputados y que con tanta sinceridad como
acierto expresa el único de UPyD, Francisco Sosa Wagner, en su carta enviada a
los domicilios de los votantes, cuando afirma que posiblemente “no sepa quién
soy”.
Ante tantos estímulos a la apatía se alza la oportunidad
única que ofrece la democracia, la de la participación popular. Después de dos
años y medio sin la opción de votar, los españoles nos podremos situar el
próximo día 25 ante nuestra urna de barrio correspondiente y, por medio de una
papeleta, expresar nuestra opinión. Ya sea depositando el sobre sin contenido
–voto en blanco- o inclinándonos por alguno de los partidos que se presentan.
Las oportunidades están para aprovecharlas.
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