20 minutos. Pág. 2. (16-01-2013) |
La ilusión del final de la historia. Esta
teoría o, mejor dicho, patología se resume en pensar que en el futuro nuestra
forma de ser y nuestro entorno se mantendrán tal cual, sin cambios, como en el
presente. Los científicos que han extraído la citada percepción de un estudio
sobre 19.000 personas atribuyen esa ilusión a dos causas.
Por un parte, afirman que gran parte de
la población se siente satisfecha con sus características, con su atractivo
interior y exterior, y su deseo de preservarlo lo traslada a pensar que no
variará en el futuro. El segundo motivo, quizás más certero, se basa en la
dificultad de imaginar el porvenir. Como lo desconocemos resulta más sencillo
pensar que será igual que el presente.
Y, visto el panorama, esa percepción nos
induce al pesimismo, a hablar más de desilusión del final de la historia. A no
vislumbrar salida. Más que un hecho –España ha superado situaciones peores- se
trata de una sensación. Azuzada, desde luego, por la demostrada incompetencia
de bastantes de nuestros políticos.
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