Desde finales de junio y hasta casi la conclusión de septiembre (abarca
todo el verano) podemos disfrutar de la exposición ´Desaparecidos´, en una
amplia sala del edificio que alberga el Museo de Etnología de Diputación de
Valencia, en la antigua Beneficencia. Y utilizo el verbo disfrutar por la
calidad del trabajo fotográfico realizado por su autor, Gervasio Sánchez, no
por su transfondo, por el drama que exhibe y que atenaza a quien contempla las
imágenes.
La muestra recorre décadas de trabajo en pos de fosas comunes y de
conversación y retratos de cientos de familiares de personas desaparecidas en
naciones agarrotadas por dictaduras y guerras o incluso en países democráticos
asolados por refriegas cainitas (Colombia, por ejemplo).
La exposición contiene primeros planos de salvadoreños, guatemaltecos o
bosnios unidos por un sufrimiento que supera con creces cualquier diferencia de
aspecto físico o nacionalidad. Todos aparecen asidos a la fotografía de algún
familiar, ya sea hijo, nieto o incluso padres. También recorre campos de
tortura y posterior exterminio en Camboya o excavaciones a la búsqueda de
restos de seres humanos aniquilados en la Guerra Civil Española.