ABC Comunidad Valenciana 14-10-2011 |
El PSPV espera su ajusticiamiento electoral en la Comunidad
Valenciana. Las cábalas de sus estrategas cifran entre seis y cuatro escaños su
resultado en la provincia de Valencia. Todos coinciden, allegados y críticos a
su secretario general, Jorge Alarte, en que los siete diputados de 2008
resultan irrepetibles ante la pujanza del PP y, sobre todo, ante el desgaste
socialista a nivel nacional.
No obstante, factores endógenos contribuyen a ese derrumbe.
El primero consiste en que su cabeza de lista, Inmaculada Rodríguez-Piñero,
posee un grado de conocimiento público entre la ciudadanía incluso más bajo que
el del propio Alarte. Carece de tirón. Ese lastre se agudiza en horas bajas
como las actuales para el PSPV. El segundo elemento se centra en la
resurrección de EU, que ha escogido un candidato cualificado que dará que
hablar en esta legislatura, Ricardo Sixto. Emerge desde el aparato para
recuperar el escaño perdido en 2008.
Por su parte, Compromís aparece en escena robustecido por su
pacto con los ecologistas de Equo y por el cartel de Joan Baldoví, ex alcalde
teórico de Sueca y todavía primer edil en la práctica. El equipo de gobierno de
su municipio ruega porque compagine su posible escaño nacional con el local. La
oposición municipal del PP, por su parte, ansía su marcha.
Si EU recobra su acta estatal y Compromís obtiene una, ambos
entrarían a costa del PSPV, que así reduciría su representación a cinco
escaños. No obstante, la resta todavía podría dejarle un resultado inferior si el
PP ahonda en la brecha y obtiene su décimo diputado o si el actor Toni Cantó da
la sorpresa y consigue, con su predicamento y una confabulación de votantes de
castigo, acta para UPyD. Los socialistas podrían sumirse en un relativamente
marginal porcentaje del 25 por ciento de los cargos en juego. Y Alarte
embarcaría de forma definitiva rumbo a su Hades político.