El PSPV necesita una profunda renovación si aspira a, simplemente, mantenerse como principal alternativa al PP. El congreso de Alicante ha sido el primer paso. Suceda lo que suceda ya le permite salir de la inacción a la que lo ha sometido Jorge Alarte, secretario general durante tres años y medio que posiblemente pasen a la historia de los socialistas valencianos como una de sus etapas más tenebrosas. De seguir con esa tendencia, el PSPV corría serio riesgo de verse incluso superado por Compromís a no mucho tardar.
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| Ximo Puig afronta su gran reto |
No obstante, el congreso al que se ha sometido y que le ha devuelto a la primera línea de actualidad, sumado al enorme desgaste que está sufriendo el PP, pueden conseguir rescatarlo del profundo pozo en el que había caído. Ximo Puig, su nuevo máximo dirigente, conoce perfectamente los entresijos de su partido y la magnitud del reto que supone revitalizarlo.
Desde luego, peor que lo ha encontrado resultará difícil que alguna vez vuelva a estar. Por ese motivo, por poco que haga mejorará el trabajo de su antecesor –al que, todo sea dicho, también le ha hecho un flaco favor la marchita imagen de su partido a nivel nacional-. En esta tesitura, con organización, trabajo y aprovechando la erosión de Fabra, Rajoy y compañía, parece lógico que escale posiciones en aceptación popular.
Credibilidad
A partir de ahí se trata de que el PSPV recupere credibilidad como partido político. En la actualidad, y con el PP también tocado por los casos de corrupción que brotan, apenas gozan de un mínimo prestigio, y tampoco en exceso, UPyD y Compromís, en gran medida porque no han dispuesto de la oportunidad de gobernar ni han sufrido el desgaste que conlleva.
Un sistema democrático tiene fuerza y vigor cuando los ciudadanos acuden a votar con confianza en el partido al que respaldan. Desde luego, no cuando piensan qué alternativa resulta menos mala o si existe un convencimiento generalizado de que política, corrupción e incompetencia en la gestión pública se han convertido en sinónimos.
Revertir la situación
Por tanto, el cambio de liderazgo en el PSPV puede contribuir a que recobre un mínimo de credibilidad. Desde luego, no basta con sustituir a un líder por otro. Puig ha de demostrar que está dispuesto a revertir la situación. Como tampoco ha sido suficiente invocar el apellido Rajoy para que los estridentes ´mercados´ vuelvan a confiar en España.
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