La anulación de la concesión de la licencias de televisión
digital terrestre (TDT) por parte del Tribunal Supremo ratifica el desaguisado
que constituyó ese proceso. En plena bonanza económica y fiebre de inversión
televisiva, aquella decisión política resultó fundamental para muchas empresas
y empresarios. Esteban González Pons, por entonces plenipotenciario conseller
portavoz, protagonizó una rueda de prensa en la que el Consell dictó su
polémico veredicto.