20 minutos CV. Página 2 04-01-2012 |
El cambio de año aporta un efecto revitalizador. Nos permite
regenerar la energía interna planteándonos proyectos. Incita a pensar en qué
queremos hacer y en la manera de lograrlo. O en aquellos vicios o defectos que
vamos a tratar, como mínimo, de atenuar. En definitiva, el salto de cifra
frena, aunque solo sea con buenos deseos, la inercia de la rutina o de la
vorágine absorbente.
A partir de ahí se afronta la parte más difícil: la de trasladar
el dicho al hecho. El celebérrimo libro de superación titulado ´El monje que
vendió su Ferrari´ aporta, entre otros, un consejo muy práctico. Afirma que si
durante 20 días seguidos incorporamos una actividad extra a nuestra jornada, la
habremos convertido en rutina. La adoptaremos casi para siempre.
Cambio profundo
Una pequeña variación, un esfuerzo reducido, constituye el
inicio de cambios más profundos. Si nos demostramos que podemos instaurar una
costumbre positiva (desde buscar trabajo con mayor ahínco hasta dejar de
fumar), tendremos más confianza para afrontar empresas de envergadura. Se trata
de dar ese primer paso.