La Asociación de Medios Digitales de la Comunidad Valenciana (AMDComVal) ha organizado una brillante jornada en la que hemos podido aprender y corroborar algunos conceptos. Aprender porque hemos tenido la oportunidad de escuchar y admirar la colaboración entre los medios gratuitos y digitales catalanes por medio de una asociación que los agrupa, fortalece e incrementa su presencia, además de permitirles obtener ingresos conjuntos.
También por la posibilidad de escuchar, entre otros, a Elvira García, a Guillermo López o a Óscar Delgado, referentes de la investigación, estudio y desarrollo del periodismo digital.
De idéntico modo, hemos comprobado, por el mismo ejemplo de los medios catalanes, que atrás quedó (o debería) la fase de competencia e individualismo y que la unión, o la cooperación, otorga la fuerza, sobre todo en un panorama en el que se tiende a las microempresas. Igualmente la jornada desarrollada en el Bioparc de Valencia (felicidades de nuevo a sus promotores) ha permitido certificar la importancia del ejercicio correcto y técnico del periodismo para potenciar la imagen digital. También el interés de los profesionales por mejorar su formación, ya que el auditorio se hallaba repleto.
Siempre es un instructivo placer escuchar a la profesora Elvira García de Torres. |
Como bien subrayó Óscar Delgado, presidente de la Asociación de Medios Digitales, un periodista tiene la misma dignidad que cualquier otro compañero por encima del soporte en el que ambos desarrollen su labor. Coincidimos totalmente en que, sobre cualquier otro concepto, se trata de aportar cualificación y contenidos rigurosos y atractivos.
Recurso contra la plaza en la Universitat
Esa defensa de la dignidad del periodista, del profesional formado en Periodismo, ha inducido a la Asociación Profesional de Periodistas Valencianos (APPV) a recurrir la convocatoria de una plaza de periodista en la Universitat de València. Una entidad pública tan docta y que preconiza la preparación y erudición ha cometido el lapsus de admitir cualquier titulación para ejercer de periodista en su propio gabinete.
Es decir, no solo no han exigido como requisito necesario para el acceso a esa plaza la titulación en Periodismo (a pesar de que ellos mismos la imparten), sino que aceptan a un ingeniero o a un arquitecto superior –así consta en las denigrantes bases-. Además, otorgan de sopetón hasta 32 puntos (toda una ventaja cuando la licenciatura extra la cotizan a 1,5 puntos) a quien haya desempeñado esa labor en la propia Universitat.
Espero que tras el recurso recapaciten. Apelamos a un mínimo de equanimidad, y, sobre todo, a que contribuyan a dignificar el oficio de periodista exigiendo la titulación. De lo contrario no tendría sentido que la impartieran.