Muchos candidatos destacan por su capacidad para congeniar
con sus vecinos, por su laboriosidad, por su mayor o menor eficiencia en la
gestión o, en el peor de los casos, por ninguna cualidad en particular. Otros suman
o despuntan por un factor que ha adquirido relevancia en los últimos años: su
multiplicación digital y su competencia
para prodigarse en redes internautas. Tanto, que sus formaciones han decidido
organizarlos y constituir activos equipos que multiplican su mensaje.