El PP ha focalizado la actualidad informativa con su
congreso y la posible repercusión en cada ámbito autonómico, el PSPV exhíbe a
diario su reivindicación de una financiación justa y cuenta con la visibilidad
de su gestión, Compromís anda centrado en su pugna por el valenciano…¿y
Ciudadanos?
El partido que a escala autonómica organiza Emilio Argüeso
parece haber perdido fuelle o presencia desde que las encuestas dejaron de
resultar ese bálsamo de fierabrás quijotesco que todo lo curaba. O desde,
recurriendo a un símil de la mitología griega, las Nereidas lo guiaban con su
melodiosa vez por el proceloso mar de las expectativas electorales.
Llegó la moción de censura, la presidencia del socialista
Pedro Sánchez y Morfeo –seguimos mitológicos- los despertó de ese bonito sueño
en el que ya se veían celebrando un triunfo electoral. Menos mal que alguno de
sus líderes ejercía del esclavo que en
los desfiles de victoriosos generales y emperadores romanos les recordaba su condición
de mortales.
Ciudadanos compite con PP y PSPV por captar votos del centro
electoral y, en la Comunidad Valenciana, con Compromís por atraer al votante
joven que busca un partido novedoso y atractivo. Precisamente con este último
objetivo tiene bastante relación el encuentro con más de 400 menores de 35 años
del presidente nacional de la formación, Albert Rivera, y de los rostros más
conocidos de su guardia de corps (Inés Arrimadas, Juan Carlos Girauta, Melissa
Rodríguez, José Manuel Villegas y Fernando de Páramo) de este fin de semana en
Alicante.
Artículo publicado en EsdiarioCV. Puedes leerlo en EsdiarioCV pinchando este enlace
¿Vuelta a la visibilidad?
Por lo menos, a intentar recuperarla. En el último mes poco hemos sabido de su
portavoz en Les Corts, Carmen Sánchez; o de su presunto candidato a presidir la
Generalitat, Toni Cantó. Desde luego, los actos y las declaraciones de Fernando
Giner, portavoz autonómico y persona
siempre inasequible al desaliento, no faltan, aunque más centrados en la ciudad
de Valencia, su ámbito natural.
Nos ponemos en situación.
El PP, además de con su congreso, ha mantenido su presión como oposición estas
últimas semanas con la sentencia del TSJ que tumba parte del decreto del uso
del valenciano en la Administración. No fue el primero en recurrir aunque el
recurso que presentó sí que ha sido el primero en resolverse. A este tema ha
sumado su denuncia de la proliferación de barracones. Sí, educación, un ámbito
en el que Ciudadanos no acaba de encontrarse cómodo. O de abanderar con nitidez
una causa.
Mientras, el PSPV, desde
su inmenso poder local con su pléyade de alcaldes, con la presidencia del
Consell y desde el 1 de junio con la del Gobierno estatal, tiene una tarima
privilegiada para lanzar su mensaje, para subrayarlo, para propagarlo. Tiene
los altavoces del poder y la posibilidad de llegar de manera más directa al
ciudadano. También de desgastarse, aunque, de momento, a nivel estatal no
les ha dado apenas tiempo y en el
autonómico se están dosificando.
Tanto PP como PSPV,
Compromís y Podem no han dudado en respaldar la recuperación del derecho civil
foral valenciano, un tema quizás de limitada trascendencia mediática aunque de
gran importancia práctica. Aquí Ciudadanos se ha desmarcado y tampoco ha
quedado claro el motivo. Cito la cuestión del derecho foral porque constituye
un ejemplo de lo que estamos viendo en otras áreas, como la citada educación,
bienestar social o incluso sanidad, aunque en los últimos meses el diputado
Juan Córdoba se ha empezado a multiplicar en esta área. Ambigüedad y dejar
pasar el tiempo.
Como ocurre con la
proclamación o votación de candidatos. No hay fechas. No resulta un problema
irresoluble a nivel local porque faltan diez
meses para las elecciones. No obstante, a escala autonómica ya va
restando. Tanto en PSPV (Puig), como en PP (Bonig) o en Compromís (Mónica Oltra)
podemos dar por seguros a los candidatos. En Ciudadanos las especulaciones
sobre si Toni Cantó sí o no han derivado en la monotonía de la falta de hechos
y respuestas.
El tórrido verano da pie
al descanso, aunque también a la preparación y, desde luego, a buscar la visibilidad con acciones
en una época de escasez informativa. Quizás sea el momento de que Ciudadanos
contraataque. O de que se prepare para hacerlo con fuerza a partir de
septiembre. Pugna por despuntar entre colosos como PP y PSOE. Y las olas de
Cataluña y de las victorias simbólicas en encuestas parecen que van rompiendo.
Tendrán que subirse a otras con más cresta y fuerza para surfear y llegar con
la máxima potencia a la orilla electoral de mayo de 2019.
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