Cuando Rita Barberá, exalcaldesa de Valencia, presentó su
última lista electoral, en abril de 2015, sorprendió con la incorporación de
Eusebio Monzó, que había sido secretario autonómico de Hacienda. Lo calificó,
además, como “el Messi de su candidatura”, haciendo un símil entre fútbol y
política. El conseller de Economía, Rafael Climent, no llegó a tanto al
incorporar a Francisco Álvarez Molina como director general de Economía,
Emprendimiento y Cooperativismo, aunque, a tenor de su currículum, bien podría
haberlo hecho.
Ese ´Messi´ del Consell no está teniendo demasiados minutos
de juego, si, siguiendo esa correlación metafórica, su actividad se mide por la
relevancia en actos públicos del gobierno autonómico o por las posibilidades de
trasladar el concepto de Economía del Bien Común –del que Álvarez constituye un
firme impulsor- al terreno del pragmatismo y a primar en las acciones de
resonancia y presupuestos del Consell.
Francisco Álvarez, criado y educado en la localidad marroquí
de Tánger y doctor en Ingeniería Informática por la histórica Sorbona de París,
destaca por su dilatada experiencia y capacidad profesional, que le permitió
alcanzar la vicepresidencia de la bolsa parisina y el cargo de
consejero-director general en la Bolsa de Valencia. Constituye un referente
internacional en la Economía del Bien Común, que vincula la actividad económica
a valores como la confianza, la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad
o la honestidad.
Además, sobresale como brillante conferenciante, con una
extraordinaria capacidad para hacer pedagogía sobre inversiones en bolsa o
sobre vericuetos económicos de difícil comprensión para la persona lega en la
materia. De hecho, ha escrito libros con los accesibles títulos de´ La bolsa en
tu bolsillo´ o ´No le digas a mi madre que trabajo en bolsa´. Este último ruego
lo convirtió también en cabecera de su blog hasta 2013, cuando centró la
transmisión de sus ideas en otro cuaderno de bitácora digital no menos
interesante: La bolsa y la vida, denominación que igualmente emplea para su
recomendable perfil en Twitter. Una pena que dejara de nutrir
labolsaylavida.org de contenido tras acceder al cargo de director general.
Con una eminencia del calibre de Francisco Álvarez en un
Consell con un perfil más político, donde la experiencia profesional de algunos
consellers en sus áreas brilla por su escasez, resulta curioso que el
presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no haga refulgir más a su estrella. No
le confiera el protagonismo que alguien de su nivel a buen seguro merece y le
invite a intervenir en actos destacados.
En los dos años y medio transcurridos de mandato, Álvarez ha
quedado relegado a la entrega de los premios de economía sostenible y a algún
otro acto discreto. También, a aquellos que por propia iniciativa desarrolla,
como la visita a polígonos empresariales, sin más acompañamiento que su propia
inquietud y capacidad analítica.
El Consell, sobre todo la vicepresidenta, Mónica Oltra,
insiste en su mensaje de “rescatar personas”. Francisco Álvarez hizo una
propuesta de intenciones, al acceder a su cargo en julio de 2015, afirmando que
quiere que “la economía tenga como principal actor al ciudadano y a la
ciudadanía, sin olvidar los ingredientes de la eficiencia y el apoyo a los emprendedores”.
En teoría, concuerdan los discursos. No se aprecia disonancia. No obstante,
Álvarez Molina sigue sin recibir balones para lucir sus cualidades. Van pasando
los años de legislatura y el tiempo se agota.
Artículo publicado la pasada semana en EsdiarioCV
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