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jueves, 5 de noviembre de 2020

El legado literario y viajero de Javier M. Reverte

 Empezaban a alargarse los días de marzo. Yo, después de una operación en la rótula que me postró escayolado 25 días, podía dar mis primeros paseos con muletas. En uno los iniciales me encaminé hacia la biblioteca municipal de la plaza de Maguncia, en Valencia. Comencé a rebuscar en las estanterías y me topé con El sueño de África. Me llamó la atención la imagen femenina saltando descalza sobre un fondo policromático de mar en encrespado oleaje.

Miré el nombre del autor: Javier Reverte. No me sonaba. Leí la contraportada y decidí sentarme en una de las sillas de la biblioteca, apoyar el libro sobre una mesa y empezar a leer. Pronto me conquistó la capacidad del autor para sumirte en la dinámica de las dos historias paralelas que narraba y que constituía su signo de identidad: la suya y la de los personajes históricos que le antecedieron en los lugares que pisaba.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

Espectáculo y emoción en las elecciones de USA

 El pasado martes dedicamos una tertulia especial en 7televalencia a hablar sobre las elecciones en Estados Unidos de América el mismo día de la jornada electoral.

Presentados y moderados por Sylvia Costa, participamos el sociólogo Joan Gonçales, el consultor político Álvaro Ortuño y el autor de este blog.


Puedes escuchar el programa completo pinchando este enlace


Y hoy miércoles 4, en Inter Café, de Intereconomía Radio, también hemos hablado de las elecciones.


Puedes escucharnos sobre el minuto 40 de programa pinchando este enlace

lunes, 2 de noviembre de 2020

Mis cinco paseos favoritos por Cullera

 

Cullera, uno de los municipios más visitados del litoral de la provincia de Valencia, atesora múltiples encantos. Algunos resultan más visibles, pero otros necesitan de un recorrido intenso para alcanzarlos y disfrutarlos. El término municipal dispone de playas, montaña, castillo, cascadas, río, lago y un largo etcétera de lugares por descubrir y visitar. Vamos a recomendar cinco rutas apropiadas para senderistas y corredores que aspiran a saborear Cullera con un largo paseo o con un buen entrenamiento de marcha ligera.

Playa de San Antonio: desde el espigón del Xúquer al hotel Sicania

Es, sin duda, uno de los recorridos más transitados por quienes optan por pisar la arena y sentir el arrullo de las olas. Podemos empezar por el punto intermedio del Oasis, a la altura de la fuente, y desde allí, ya por la orilla, dirigirnos, por ejemplo, hacia el espigón. Los primeros metros, sobre todo en temporada alta, suelen estar muy transitados, pero poco a poco iremos disponiendo de más espacio hasta que nuestros pies alcancen la base del espigón. Entonces desandamos y continuamos más allá de esa equidistancia del Oasis para llegar hasta el espigón ubicado frente al hotel Sicania, con ese giro que marca la arena. Ida y vuelta desde un lado a otro puede alcanzar la hora y media. Quien esté más animado siempre puede seguir hacia el Racó.

Ascenso al centro meteorológico

Posiblemente uno de los recorridos más intensos por Cullera. Justo frente a la iglesia de San Antonio arranca el ascenso hacia el castillo. Lo tomamos hasta que, después de varias curvas pronunciadas, nos plantamos en la encrucijada de caminos. Por la derecha se va hacia el centro meteorológico; por la izquierda, hacia el castillo. Mi recomendación consiste en, si nos sentimos con fuerzas, hacer ambos. Da igual el orden.

La subida hacia el centro meteorológico resulta mucho más pronunciada, pero la preciosa panorámica de la que vamos disfrutando la hace llevadera. El tramo final, a los pies del citado centro, es el que tiene más desnivel. Nada que unas piernas medianamente entrenadas no puedan superar. Y, desde allí, respiramos y contemplamos hacia un lado las playas de Cullera y, hacia el otro, los arrozales de Sueca.

Si estamos muy animados, montaña a través podemos llegar hasta el faro. Yo suelo optar por desandar el camino, volver a la encrucijada (también podríamos ir por sendas de montaña) y subir hacia el castillo. Este último ascenso nos resultará, comparado con el anterior, un tranquilo paseo. Por cierto, este recorrido relatado suele ser bastante frecuentado por ciclistas. La bajada desde el centro meteorológico hace sus delicias. Todo este recorrido, con los hitos del castillo y punto de análisis de la meteorología, puede durar casi un par de horas. La intensidad es alta, aunque insisto en las que vistas merecen el esfuerzo.

L´Estany de Cullera

Cruzamos el puente de la Bega y giramos hacia la izquierda, rumbo a la desembocadura del Xúquer. Iremos por el arcén de la carretera hasta que más o menos a un kilómetro de distancia desde el puente veamos una entrada. Nos pueden ir guiando las señales de Casa Salvador o de Picanterra, porque, indirectamente, se convierten en nuestro destino. Paseamos entre casonas, campos cultivados y, finalmente, la zona de la playa del Marenyent.

Seguiremos, siempre en dirección hacia los restaurantes aludidos y, una vez lleguemos hasta estos, los atravesaremos para asomarnos al lago o los bordearemos. Allí, una estrecha senda de madera nos permite detenernos para observar a los pescadores, contemplar las tranquilas aguas lacustres o escuchar el bucólico canto de los pájaros. Después podemos volver por la torre del Marenyet, junto al Xúquer, y apareceremos de nuevo bajo el puente de la Bega. Más o menos dos horas y media a buen ritmo

Los collados

Esta es una de mis rutas preferidas para correr porque bordea toda la montaña de Cullera. Podemos salir, por ejemplo, desde el edificio Ferrobús. Llegamos hasta el final del paseo marítimo y, a la altura del hotel Sicania, subimos hasta el camino de asfalto que bordea las playas del Racó, Los Olivos… Seguimos junto a la cueva del Dragut, el faro y descendemos hacia el Dosel. No lo tocaremos, porque empalmaremos con la carretera, aunque iremos por el lateral izquierdo, con la franja costera de espaldas.

Ahí tenemos un amplio arcén que nos permitirá pasear tranquilamente y escoger si optamos por retornar por el camino del primer, segundo o tercer collado. Entre optar por la primera o la tercera opción puede haber unos 30-40 minutos de diferencia en el recorrido total que, corriendo, puede conllevar hora y media. Volvemos entre campos de arroz, vista de ermitas, parque Aquasol o club de tenis, depende de por dónde vayamos. Llegaremos hasta el cementerio. Si justo antes de pasar por él enfilamos por la senda de la montaña que lo bordea subiremos hasta el castillo. Pero en este caso continuamos para adentrarnos en el casco urbano por el Raval. Desde allí hacia el centro, el mercado y encaramos de nuevo rumbo a la línea de playa.

Descubrir el azud

Una ruta tan preciosa como desconocida. Atravesamos el puente de la Bega, pero en lugar de torcer hacia la izquierda, en dirección a la desembocadura, enfilamos en sentido contrario. Es decir, remontamos el río Xúquer. Vamos por la orilla, junto a la cooperativa. Transitamos por un camino que transmite la sensación de cierto abandono, con poco tráfico. Veremos, eso sí, cada vez a más pescadores en pequeños habitáculos, semiocultos junto al río.

Continuamos, siempre sin separarnos del cauce. Pasamos por debajo de dos puentes, por unos arcos por los que cabe un vehículo y poco más. Empezamos a ver señales de diferentes caminos rurales, pero no perdemos la senda paralela al río. Contemplamos una casa con un enorme reloj de sol en su fachada. Y, más o menos a esa altura, si nos adentramos hacia la derecha, en el sentido del cauce del río, observaremos uno de los mayores encantos de Cullera: el azud de la Marquesa, una pequeña cascada de alrededor de un centenar de metros de anchura y de menos media decena de caída que, con bastante equilibrio y un calzado adecuado, es posible atravesar. No hace falta tanto para disfrutarlo. Basta quedarse contemplando durante el tiempo que se desee. En plena tranquilidad, porque no suele haber casi nadie en este lugar. Tan solo algunos silenciosos pescadores.



Este artículo lo he publicado en la web www.soloqueremosviajar.com, como puedes leer pinchando este enlace