Esto no salvará. Esta frase tan sencilla como contundente puede leerse –o atisbarse si se mira a ras de tierra- en el tramo enfrentado a la Ciudad de las Artes y las Ciencias del kilométrico jardín del Turia de Valencia. No aparece rotulada en simples caracteres, sino en unas macetas con morfología alfabética.
Cada letra constituye, en la práctica, un enorme macetero. Y
en su interior crecen plantas, producidas en el centro de experimentación de
Cajamar, en Paiporta, de hortalizas de escaso uso y conocimiento popular en el
entorno, aunque de temporada. Lollo triple rojo, lollo verde, col lombarda,
colirrábano verde, kale, achicoria roja, remolacha, hoja de roble verde, kale
negro de Toscana, repollo rosa, repollo rizado… y hasta arroz.
En efecto, el producto tan típico valenciano que supone la
base de la internacional paella emerge en la maceta que lleva el acento de la
letra ‘a’ con la que se cierra la frase ´esto nos salvará´.
Aunque se trata de un cultivo ligado más a verano, en este caso particular lo han sembrado en invernadero y han logrado trasplantarlo a la maceta del acento. Además, lo han hecho con uno tan autóctono como el de la variedad Jsendra, del tipo Senia, englobada en la Denominación de Origen Valencia.
Pese a que por lo que incluye podría entenderse como un jardín o huerto urbano, forma parte de la exposición de la artista egipcia Ghada Amer, residente en Nueva York y conocida, a escala internacional, por su muestrario al aire libre que se dio a conocer en la Bienal de Venecia. Este trabajo lo desarrolla en concreto en Valencia con motivo de la capitalidad verde europea que ostentará la metrópoli de la Comunidad Valenciana el próximo 2024.
Ha sido la reputada galerista Ana Serratosa quien ha traído
esta exposición a Valencia. Ella, al igual que Amer, también se ha orientado a
promover trabajos artísticos instalados al aire libre. En el caso del titulado
´Esto nos salvará’, permanecerá ´abierto´ (únicamente una cuerda lo circunvala
y se encuentra a la vista de cualquier transeúnte del jardín del Túria a la
altura de la avenida de Francia) hasta el 19 de diciembre
Los jardines adquieren cada vez más protagonismo en la
práctica artística de Ghada Amer, que, con esta obra que se suma al creciente
número de atractivos turísticos de Valencia y se halla junto a un enclave tan
paradigmático de la urbe como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, reivindica
la importancia del uso urbano de jardines.
Lo hace demostrando que igualmente constituyen un lugar
donde cultivar y desde el que alimentar. En este caso, con cultivos germinados
desde dos meses antes en el centro de experimentación de Cajamar en Paiporta,
trasplantados a su nueva ubicación y cuidados por jardineros en este lugar.
Precisamente ese concepto de experimentación y cultivos se
trasladó posteriormente, en la primera visita a esta exposición que tuvo lugar
el 24 de noviembre, justo antes de inaugurarla oficialmente, al restaurante
Contrapunto. Este último se sitúa bajo el Palau de la Ópera, y su terraza
ofrece una panorámica casi completa, a ras de suelo, de la Ciudad de las Artes
y las Ciencias, con el Hemisféric y el Museo Príncipe Felipe como principales
referentes.
El menú servido en esa jornada en el citado restaurante
consistió en un primer plato compuesto por endivia, piparra, queso feta o
calabaza y un segundo de arroz con pescado y judías, con un flan de toffee de
postre. Gastronomía, turismo y arte combinados.
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