El Ensanche es uno de los barrios chic de Valencia. Además de palacetes en calles señoriales como Cirilo Amorós y Jorge Juan o de la coqueta avenida Marqués del Turia contiene el mercado modernista de Colón reconvertido en uno de los espacios de ocio más concurridos de la ciudad. Tiendas de ropa a la última moda, restaurantes temáticos o joyerías pueblan esta barriada cada vez más cosmopolita.
En este espacio, y más en concreto en el extremo de la calle
Grabador Esteve que desemboca en Puerta de la Mar, se halla un hammam. Y no uno
cualquiera, sino una recreación del clásico baño turco adaptada a las características
de su glamuroso entorno.
Se encuentra en el interior de un centro de bienestar, el del afamado doctor Gabriel Serrano que ofrece para entretener la espera el libro de sus memorias. Al fondo, después de paso previo por el vestuario para quedarse con la ropa mínima que permita un lavado a fondo, se sitúa la sala que acoge la gran piedra.
No se trata de la piedra roseta ni de un menhir galo. No, aunque a primera vista puede resultar tan sorprendente como toparte con estos respetables megalitos. En concreto, lo que emerge ante la mirada es una enorme piedra octogonal recostada, que ocupa el equivalente a una cama ´Queen size’.
Antes de comprobar in situ su utilidad te invitan a degustar
un vaso de agua caliente con limón para hidratarte lo suficiente como para
sobrellevar 20 minutos de sauna alternando dos habitáculos acondicionados para
esta experiencia.
Después, llega el momento de tumbarse sobre la toalla
extendida encima de la sorprendente piedra. A partir de entonces los
acontecimientos se suceden con celeridad. El amplio cubo metálico de agua
situado junto a esta curiosa cama pétrea ya da una pista de lo que espera.
Jabón, exfoliación natural apurada con guante de kessa y el rito tradicional de
baño de espuma. Todo ello acompañado de un masaje continuo de espalda, piernas
y estómago.
Esta piedra que hace las funciones antitéticas de una de
sacrificios también puede acoger un extra especial que alarga la sesión:
Colombia a la miel. Como ese topónimo sugiere, se basa en un peeling a base de
café que deja tu cuerpo aromatizado durante horas y un relajante baño de miel.
Un té final ayuda a recomponer el ánimo una vez destensadas las articulaciones y a salir al bullicioso barrio
de El Ensanche para sumergirse de nuevo en el cogollo de Valencia.
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