Página 2 edición 20 minutos CV 13-07-2011 |
“Trabajamos por casa, manutención y una pequeña cantidad de dinero para gastos”. El cartel que incluye esta frase, firmado por un matrimonio de 43-42 años y colgado con esparadrapo en la pared de una periférica calle de Valencia, refleja la magnitud de la situación a la que nos enfrentamos.
La cita aparece al final de una parrafada en la que los afectados explican que llevan dos años sin trabajo e indican que han sido desahuciados. Tras matizar la nacionalidad española de ambos cónyuges, se ofrecen para labores domésticas por un salario o, en su defecto, por algo tan elemental como un hogar. Como en siglos pasados.
Su drama, sufrido cada vez por más familias, hace que me venga a la mente una de las frases más emblemáticas con las que abandera ACNUR campañas de apoyo a los refugiados: “Encontrar una casa es duro; pero mucho más duro resulta perderla”. De banqueros y políticos depende, en gran medida, atenuar esta tragedia.