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domingo, 12 de abril de 2015

Vino y queso en Toro

Centro histórico de Toro
La calle Corredera con su plaza porticada, la depauperada Judería, la vía Rejadorada con su historia de lealtad, la plaza Batalla de Toro y, por supuesto, las queserías y las bodegas, constituyen algunos de los principales puntos de interés del municipio de Toro. A todos ello habría que sumar iconos como la Colegiata o la panorámica vista del surcar del río Duero desde la atalaya del Alcázar.
Esta localidad que ronda los diez mil habitantes y que se siente honrada de la cincuentena larga de bodegas que configuran su joven (apenas 25 años) denominación de origen vitivinícola, preserva el encanto de su casco histórico. Cierto que la imagen desangelada de numerosos negocios cerrados o en traspaso y de céntricas viviendas al borde de la ruina le resta esplendor. El gélido viento que la atraviesa tampoco insta a recorrer sus calles, sobre todo cuando, a partir de las ocho de la tarde, comienzan a vaciarse hasta quedar prácticamente desiertas.
Colegiata Santa María la Mayor
No obstante, el empeño de sus habitantes –ejemplificado por la histórica escultura del verraco que se ha convertido en su símbolo más reconocido- y el orgullo que sienten por sus productos autóctonos, sobre todo vinos y quesos, anima a recorrer y conocer este municipio zamorano. Recomendable alojarse en Rejadorada, un palacete que ofrece la posibilidad de dormir en camas con dosel o de disfrutar de una soleada terraza para degustar vinos autóctonos.

Vista cauce río Duero y aledaños
También aconsejable visitar alguna de las bodegas. Junto al citado palacete se halla Rejadorada (bodega) que además de emplear la variedad propia, Toro, también recurre al Verdejo, siempre matizando su amparo en la denominación de origen. Ofrece la posibilidad de retrotraerse al pasado de la población por medio de un vídeo con la simulación de la narración en primera persona protagonizada por uno de sus personajes más ilustres, Diego de Leza.
Bodegas Fariña se encuentra entre las más afamadas. Oferta la opción de realizar sendas visitas guiadas de hora (seis euros) o de hora y media (15 euros) con degustación de tres o cinco de sus referencias vinícolas. Entre ellas su vino Primero (sigue la estela del Beaujolais francés) o el Gran Colegiata, su producto estrella.

Urueña (Valladolid)

Y a poco más de media hora de autovía de Toro se halla Urueña, la singular villa del libro situada ya en la provincia de Valladolid. Amurallada, con imponentes vistas y, principalmente, con un museo sobre la historia del libro (en general) y con múltiples librerías. Eso sí, mejor visitarla de jueves a domingo. El resto de la semana, sobre todo si no se trata de meses estivales, están todos los locales (excepto el citado museo) cerrados.

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