Asistencial social a sus convecinos y reivindicación de las
necesidades de su municipio. Juan Ramón Adsuara, alcalde de la localidad más
populosa que dirige el PP en la provincia de Valencia, Alfafar, tiene
interiorizadas sus prioridades. Las demostró el pasado mandato, discordando
incluso públicamente con consellers de su partido, y ahondará en ellas los
próximos cuatro años. Su población por encima de consignas políticas
supralocales. Tampoco le duelen prendas en criticar errores de su misma
formación.
Por otro lado, sumido en la oposición el grupo popular en
las Cortes Valencianas, adquieren mayor predicamento los diputados nacionales
por Alicante, Castellón y Valencia. Desde Madrid, y con el gobierno nacional a
su favor, disponen de la posibilidad de presentar propuestas que beneficien a
la Comunidad Valenciana a sabiendas de lograr su aprobación. También pueden
ejercer de hoplitas aventajados en la batalla política contra un Consell encabezado
por el PSPV. Así, en los próximos meses y con su líder en 2011, Esteban
González Pons, emigrado a Bruselas, el protagonismo creciente recaerá en Marta
Torrado, Belén Hoyo, Juanvi Pérez, Macarena Montesinos o Vicente Ferrer.
Por tanto, en fase de reestructuración en las Cortes Valencianas,
la táctica del PP pasa por reforzar a sus abanderados locales y por enarbolar a
sus diputados nacionales. Desde ambos flancos podrían ejercer de arietes contra
un Consell PSPV-Compromís. Se trata de una estrategia provisional a la espera
de la urgente reorganización autonómica. Existe un buen número de exalcaldes
que aguarda destino. De no encontrarlo, podrían seguir la ruta trazada, a nivel
municipal, por Rita Barberá y marcharse. Incluso aunque lo hallaran.
Mientras, la veintena de congresistas populares sabe que sus
cuatro años de mandato están a punto de expirar. Y desconocen de quién depende
que ocupen un puesto de salida en la próxima candidatura. Si impondrá Rajoy, si
Fabra tendrá peso, si Bonig contará con la suficiente capacidad de decisión… Ni
alcaldes y exalcaldes, ni cargos autonómicos, ni tan siquiera los parlamentarios
nacionales con pedigrí valenciano pueden aguantar meses de tensa espera. De
hecho, algunos ya otean nuevos horizontes. El senador José María Chiquillo se presenta hoy (por el pasado lunes) como rimbombante coordinador en España del programa Unesco Ruta de la Seda.
Columna de opinión publicada en el diario ABC
Pincha este enlace para leerla en ABC.es
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