Las turmae o escuadrones de caballería romanos no han
trascendido a la historia bélica ni al vocabulario popular con el predicamento
de cohortes o legiones. Sin duda por el reducido número de componentes con los
que contaban –habitualmente una treintena de jinetes-. No obstante, la función
de cada turma y su capacidad de
organización resultaban fundamentales para el conjunto del ejército a la hora
de afrontar una contienda.
Del mismo modo ocurre con los partidos minoritarios, aquellos
con aspiraciones tan elevadas como expectativas reducidas, para los electores
que no se sienten representados por alguna de las formaciones mayoritarias. No
obstante, después de una disputa electoral como la del pasado 20 de diciembre
su moral ha quedado bastante minada. Esto se trasluce en sus acciones. Pasado un
mes, gran parte de ellos no se ha recuperado del varapalo anímico. Permanece en
estado de shock digital. Vayamos con ejemplos.
En el segmento regionalista, la coalició Avant empezó a
construir su web antes de las elecciones, la mantuvo en esa misma fase durante el
proceso y todavía sigue en construcción. No obstante, continuarán. La
posibilidad de un anticipo electoral anima a sus militantes. Como a los de Som
Valencians, que sí que han sostenido su actividad en grupos de redes sociales,
aunque con una actualización mínima en la web. La coalición En Positiu tampoco
ha introducido novedades informativas en su plataforma digital desde antes de
los comicios.
Otra confluencia de partidos, en este caso nacionalista de
izquierdas, Ara, integrada por Esquerra Republicana, Els Verds PV y Esquerra
Nacionalista Valenciana, se ha limitado a poner una entrada en su web, por
parte de la última de las tres patas citadas de la coalición, felicitando “al
pueblo catalán por el acuerdo entre JuntsxSi y CUP”.
Y virando ideológicamente, Ciudadanos de Centro Democrático
(CCD) ha comprobado que pocos votantes han confundido su denominación con la de
su casi homónimo Ciudadanos. Su discreto resultado electoral ha atenuado el
trasvase de algunos desencantados del partido de Albert Rivera. Su escaparate
digital ha quedado desfasado. Siempre le queda el don de la ubicuidad de su
prohombre y alcalde de Nules, David García.
Columna publicada en el diario ABC el 21-01-2016
Pincha este enlace para leerla en ABC.es
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