Ciudadanos en la Comunidad Valenciana ha perdido a un tercio
de sus cargos autonómicos y provinciales en lo que llevamos de legislatura. Y
todavía resta año y medio para que concluya. Cuatro de los 13 parlamentarios en
Les Corts Valencianes han emigrado del grupo. Se han convertido, como especifica
claramente la Real Academia Española de la Lengua, en tránsfugas, ya que se
trata de “personas que con un cargo público no abandonan este al separarse del
partido que los presentó como candidatos”. La definición de la RAE no deja
lugar a ambages ni a eufemismos.
También han optado por la deserción (sinónimo admitido de
transfuguismo) su único diputado provincial en Alicante, Fernando Sepulcre, y
uno de los dos con los que contaba en Valencia, José Enrique Aguar. En
Castellón, por el momento, sin novedad en el frente con sus dos diputadas. Por
tanto, se han marchado dos de cinco. Si los sumamos a los diputados
autonómicos, nos encontramos con que seis de los 18 principales cargos públicos
electos o designados de Ciudadanos (el 33 por ciento) han abandonado su
partido. Y todos han escogido la vía más dolorosa para la formación: la de
fugarse con el acta bajo el brazo. No se han limitado a irse a casa
disconformes.
A ese 33% de altos cargos se suma una miríada de concejales
de múltiples localidades (Casinos, Rocafort, Bétera, Aldaia, Manises…), un
alcalde con mayoría absoluta (Manuel Martínez, en Gàtova) e incontables
afiliados. Y muchos lo han hecho agrupándose en Contigo Somos Democracia (CSD),
la formación que aglutina el citado Aguar. Por cierto, una de las últimas
incorporaciones ha sido la del diputado autonómico Domingo Rojo, mano derecha
del exportavoz parlamentario de Ciudadanos Alexis Marí y primero de los cuatro
tránsfugas en Les Corts que cambia oficialmente de partido. No creo que, a
corto plazo, sea el último. Y otro apunte: la eurodiputada Carolina Punset (Ciudadanos
únicamente cuenta con dos eurodiputados) se prodiga abiertamente en actos de
Contigo. ¿La antesala de una mudanza de formación?
Después de este repaso creo que queda meridianamente claro
que Ciudadanos tiene un ¿grave? problema interno. Aunque sus prohombres
orgánicos, desde Fran Hervías a Emilio Argüeso o Juan Córdoba, prefieran mirar
hacia otro lado. Cuando un tercio de la tripulación de un barco se amotina en
plena travesía algo presumiblemente falla. Ya no se trata de casos aislados a los que culpar por su carácter
díscolo o narcisista. Que algunos de los tránsfugas innegablemente lo tienen,
como lo han demostrado en su trayectoria.
Existe un trasfondo de desilusión, de expectativas
frustradas, de egos decapitados, de carencia de empatía. Posiblemente de la
falta de algo tan básico como respeto personal. Por encima de virajes
ideológicos, ya que la amalgama de Ciudadanos abrigó desde sus inicios a un
ancho centro, con la diversidad que implica. Ha fallado la convivencia.
La herida sigue supurando. ¿Hasta cuándo? Quizás hasta que
alguien con la suficiente responsabilidad corrija y asuma errores. Hasta que en
lugar de cortar manos se estrechen. Hasta que se centren en repartir
responsabilidades de manera equitativa en la nave, a delegar tareas y a
permitir que rebrote la ilusión. A trabajar en equipo aprovechando las
cualidades de quienes despuntan y de aquellos numerosos militantes y
simpatizantes que trabajan con denuedo en la sombra. Que recorren las calles.
Que consiguen votos y adhesiones.
Porque la actual síndica en Les Corts, Carmen Sánchez, está
sorprendiendo. De ella se esperaba nada o poco y demuestra día a día más
desenvoltura y tablas. Crece políticamente con rapidez. Con el manto protector
de la experiencia profesional de Juan Córdoba, de la formación de Merche
Ventura, de Toni Woorward, o del
pundonor y la capacidad de superación de Toni Subiela puede constituir una
´testudo´ con la que arremeter contra el tripartito y contra el PP y ahondar el
nicho de mercado electoral para el centro político.
Y lo mismo puede subrayarse a nivel provincial, con la
ubicua y multidisciplinar diputada por Valencia Mamen Peris y el aguerrido
equipo de Cristinas (Fernández y Gabarda) en la Diputación de Castellón. O en
ciertos ámbitos comarcales y locales, con Jesús Gimeno, Vicente Raga, Armando
Peris o Toni Milla, entre otros, o con el mismo alcalde de Loriguilla, Sergio
Alfaro. Desde luego, en ese segmento municipal destaca la figura de Fernando
Giner, el portavoz en Valencia y a nivel autonómico en lo que respecta en
Ciudadanos. Criticado por unos y admirado por otras, tiene dos cualidades de las
que carecen bastantes de sus adláteres: asertividad y pasión por su municipio.
Para cerrar, un apunte sobre uno de los debates internos al
que más horas dedican simpatizantes y detractores de Ciudadanos. ¿Será Toni
Cantó su candidato a presidir la Generalitat? Desde luego, si lo fuera, votos
atraería. Su relevancia social –aunque no por su rol político, claro está-
resulta equiparable al de la mismísima Mónica Oltra. Concita un voto
intergeneracional incuestionable. Su faceta de actor supone un plus
inigualable. Si la decisión de quien la tome –presumo que por encima de la de
otros primará la del propio Cantó- busca rédito electoral, con él lo obtendrá
Ciudadanos. Otra cuestión consiste en que su forma de gestionar unas
elecciones, su personalismo u otras características propias ayuden o no a configurar
equipo electoral y, posteriormente, de gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario