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domingo, 24 de abril de 2022

Por el País de los Cátaros: Foix y el festival de Mirepoix (y IV)

 Hoy visitamos uno de los grandes bastiones fortificados de la región: el castillo de Foix. Antes, recorremos el mercado dominical en la avenida principal de esta población y, desde allí, iniciamos el ascenso a la antigua fortaleza. Su aspecto externo impone, y en el interno destaca sobre todo la recreación de armamento, canterería, armas de asalto con una gran catapulta incluida o ballestas y lanzas, ya que hacen talleres durante gran parte del día.

Antes de acceder a lo que es el recinto amurallado, además de pasar por taquilla (11,5 euros la entrada para adulto) se atraviesa una zona de explicación histórica donde, en paneles, narran la vida de los principales personajes de este castillo que se caracteriza, entre otras cuestiones, por no haber sido destruido completamente a lo largo de la historia y por su casi perfecto mantenimiento actual, incluso puliendo sus rasgos más nuevos para perfilar su faceta medieval.

El recorrido, según avisan, puede durar cuatro horas, y, en algún momento del día hacen visitas guiadas. No obstante, en la práctica, salvo que dediques bastante tiempo a observar la recreación de oficios antiguos y de cómo funcionaban las armas de asalto o las grúas de construcción, en menos de una hora te da tiempo a entrar en las estancias de las dos torres que pueden visitarse y a recorrer el reducido espacio de las almenas. El castillo enamora más por fuera que por dentro, aunque se halla perfectamente conservado y mantenido.

                                           Festival de Mirepoix

Desde allí nos vamos a Mirepoix, localidad que también estuvo fortificado durante la Edad Media (un pórtico ha quedado como testigo) y donde nos encontramos con la agradable sorpresa de un festival de música swing, con actuaciones en directo y un mercadillo en la céntrica plaza de Leclerc. Todo ello en un día soleado y a unos 25 grados de temperatura. Perfecto para disfrutar del ambiente. Con una visita a la antigua catedral de Saint-Maurice, que destaca por estar construida en una imponente nave solitaria, concluimos el recorrido.

                                           Nave catedral Mirepoix


Seguimos hacia Camon, la ciudad de las rosas. De camino intentamos visitar el castillo de Lagarde, del que quedan apenas trozos del esqueleto, es decir, tramos de murallas. Está cerrado al público.

sábado, 23 de abril de 2022

Por el País de los Cátaros: mercados y pueblos pirenaicos (III)

 Comienza el tercer día con un paseo matutino entre aldeas pirenaicas y un desayuno copioso de esos que te evitan comer al mediodía. El destino de hoy forma parte del lateral oeste del departamento, por lugares más desconocidos y sin castillos.

Lo iniciamos en el extenso mercado sabatino de Saint-Girons, que va en paralelo y en perpendicular al río, ya que forma calles improvisadas de puestos en diferentes sentidos. Ocupa todo el centro del casco urbano en una mezcolanza de comercio de ropa, de comida, de gemoterapia, e incluso de sortilegios. Nos indican con acierto que aparquemos a la entrada del pueblo, uno de los más grandes de una zona en la que abundan los pequeños y diminutos. El paseo por el mercado se alarga más de una hora debido a la gran cantidad de focos de atención.


Desde Saint-Girons continuamos hasta la vecina localidad de Saint-Lizier, conocida por su muralla medieval y por su palacio de los obispos. Con un folleto de guía hacemos un recorrido entre sus callejones, algunos muy estrechos ya que su única misión inicial consistía en mantener las viviendas separadas con el fin de que si prendía el fuego en una no se extendiera fácilmente a otra.  Servían de cortafuegos.


Esta población tuvo su época de esplendor cuando acogía a numerosos peregrinos con dirección a Santiago de Compostela, y de aquellos tiempos proceden algunas de sus monumentales casas del siglo XV con entramado de madera. El pueblo da para un paseo de algo más de media hora y para visitar su museo, su catedral o su palacio de los obispos. No obstante, como todavía no ha empezado la temporada de turistas muchos de estos lugares permanecen cerrados o con horarios reducidos. Nos ocurre sin ir más lejos con las oficinas de turismo en los diferentes municipios.

jueves, 21 de abril de 2022

Por el País de los Cátaros: Montségur, la tumba del catarismo (II)

 Después de un desayuno abundante en el alojamiento, que incluye tarta de manzana y las típicas mermeladas caseras que tanto gustan en Francia, afrontamos el hito más renombrado del viaje: el ascenso al castillo de Montségur, el último bastión cátaro en el que perecieron quemados 225 de estos cristianos ´puros´ o albigenses (por iniciarse la revuelta en la localidad de Albi) tras rendir la plaza después diez meses de asedio, en 1244.

Al contrario de lo que sucede en la mayoría de castillos, a cuya puerta prácticamente puede accederse por coche previo ascenso por terraplén o carretera sinuosa, en el caso de Montségur hay que hacerlo a pie y por una senda escarpada que te hace repetirte mentalmente lo complicado que resultaba conquistar esta fortaleza. De hecho, apenas 500 sitiados aguantaron diez meses a un ejército de más de 6.000 atacantes.

                                           Senda de ascenso al castillo


Son unos 35 minutos de subida y alrededor de 25 de bajada por la misma senda, con lo que en días de mayor tránsito de visitantes hay que apartarse constantemente, y tener cuidado de no caer montaña abajo, para dejar pasar a quien viene en dirección contraria.

Al poco de iniciar el recorrido un letrero anuncia el lugar donde fueron quedamos esos 225 sitiados que no abjuraron de su fe al rendir el castillo. Si no te fijas, te lo pierdes, porque la señal pasa bastante desapercibida. A los 10 minutos de subida se encuentra la taquilla, donde, entre un fuerte olor a cerveza, pagas los seis euros de la entrada.

Continúas subiendo hasta llegar a la cima. Son unos 600 metros de desnivel más respecto al inicio del camino, donde se halla el aparcamiento. Y arriba, la leyenda, porque del castillo no queda mucho. De hecho, lo quemaron casi en su totalidad tras la conquista y la mayor parte de los muros que resisten los construyeron los vencedores.

Digamos que más que lo te encuentras en lo alto lo importante consiste en lo que simboliza como épica de resistencia y fin de una revuelta religiosa de enorme trascendencia histórica y, además, la impresionante panorámica.

miércoles, 20 de abril de 2022

Por el País de los Cátaros: de camino, por la Cerdaña (I)

 Viaje al denominado País de los Cátaros, en la franja pirenaica francesa. Se extiende hasta Carcassone y Toulouse por el norte y prácticamente a Perpignan por el este entrando a Francia desde Puigcerdà, junto a Andorra. Recibe esa denominación porque constituyó el epicentro del catarismo, la corriente de los calificados como ´hombres puros´. Llegaron hasta el extremo de defender sus creencias plantando cara a los postulados oficiales del Vaticano, lo que dio pie a una cruzada en el siglo XIII convocada por el papa Inocencio III que acabó exterminándolos literalmente.

                                            La ciudad fortificada de Mont-Louis


No obstante, antes de llegar a este territorio nos desviamos de nuestro itinerario. Nos hemos internado en la comarca de la Cerdaña, con una parte en España, en la comunidad autónoma de Cataluña, y la otra en el departamento francés de Midi-Pyrenees. La zona, originalmente catalana, quedó partida entre ambos países en el siglo XVII y así sigue, aunque transitas entre un territorio y otro dentro de la misma comarca sin percibir que cambias de nación.

Nos dirigimos al enclave más destacado, el reconocido por la Unesco por su especificidad patrimonial al formar parte de un grupo de fortalezas diseñadas por Sébastien Le Preste en el siglo XVII. Se trata de la población de Mont-Luis. La parte más elevada de la fortificación resulta imposible de visitar salvo que sea en un recorrido matutino guiado. En la actualidad es un acuartelamiento militar y lo que sí se observa desde la franja en la que pone prohibido el paso es a soldados haciendo ejercicios.

jueves, 14 de abril de 2022

lunes, 4 de abril de 2022

Por el Jardín del Turia. Décimo #CurioseandoValencia televisivo

 Décimo #CurioseandoValencia en esta primera temporada televisiva.

Para celebrar esos diez programas, nos vamos de recorrido por el Jardín del Turia, el espacio natural más emblemático de Valencia.




Puedes verlo y escucharlo pinchando en la pantalla o en este enlace

domingo, 3 de abril de 2022

Buenos días, sin más (Levante-EMV)

“La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos”.

La Real Academia Española (RAE) de la lengua, la entidad bicentenaria encargada de velar por la unidad y adaptación del español, lo reitera en cada una de las decenas de consultas que recibe a diario sobre el uso forzado del denominado lenguaje inclusivo. “Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico”, recalca en alusión a los tan manidos “los y las” ante sustantivos en plural.

Realmente, la base del lenguaje consiste en transmitir una idea, una información o una emoción de la manera más inteligible posible para el interlocutor. Esa tarea, como tantas otras, resulta de mayor efectividad si se realiza de forma directa y clara, de manera que no pierda la atención del receptor ni obligue a un exceso de esfuerzo del emisor.