Esto no salvará. Esta frase tan sencilla como contundente puede leerse –o atisbarse si se mira a ras de tierra- en el tramo enfrentado a la Ciudad de las Artes y las Ciencias del kilométrico jardín del Turia de Valencia. No aparece rotulada en simples caracteres, sino en unas macetas con morfología alfabética.
Cada letra constituye, en la práctica, un enorme macetero. Y
en su interior crecen plantas, producidas en el centro de experimentación de
Cajamar, en Paiporta, de hortalizas de escaso uso y conocimiento popular en el
entorno, aunque de temporada. Lollo triple rojo, lollo verde, col lombarda,
colirrábano verde, kale, achicoria roja, remolacha, hoja de roble verde, kale
negro de Toscana, repollo rosa, repollo rizado… y hasta arroz.
En efecto, el producto tan típico valenciano que supone la
base de la internacional paella emerge en la maceta que lleva el acento de la
letra ‘a’ con la que se cierra la frase ´esto nos salvará´.
Aunque se trata de un cultivo ligado más a verano, en este caso particular lo han sembrado en invernadero y han logrado trasplantarlo a la maceta del acento. Además, lo han hecho con uno tan autóctono como el de la variedad Jsendra, del tipo Senia, englobada en la Denominación de Origen Valencia.