“La gente desconecta primero el corazón y luego la cabeza”.
La frase resume a la perfección la desmotivación. La recolecté de un grupo de
debate denominado ´180 grados. La comunidad del cambio´ creado en la red
profesional Linkedin para analizar, entre otras cuestiones, los procesos
mentales relacionados con la práctica laboral.
20 minutos Comunidad Valenciana. Pág. 2 21-12-2011 |
La situación económica actual ha dejado más que desfasado el
modelo de líder empresarial autoritario que descuida la vertiente humana de sus
empleados. Únicamente ve en ellos mano de obra. Hoy más que nunca ha demostrado
su futilidad porque apaga el principal motor de una persona: su entusiasmo, o,
si aludimos a un término de mayor actualidad, su motivación.
Ese plus ha de regarse día a día. La implicación de sus trabajadores
–al margen de su nómina- constituye un valor añadido insustituible para
cualquier empresa y una manera práctica de superar a la competencia. En un
mercado laboral tan precario lograr un trabajo supone la primera meta. A partir
de ahí de la habilidad y sensibilidad del jefe dependerá que ese empleado se
mantenga entusiasmado o caiga en el letargo de la rutina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario