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lunes, 5 de diciembre de 2011

Días internacionales para reflexionar


Esta semana celebramos dos de esos días internacionales que ayudan a la reflexión y, sobre todo, a pararnos y a percatarnos, aunque únicamente sea durante unos segundos, de la situación en la que vivimos. El lunes día cinco de diciembre conmemora el Día Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo Económico y Social mientras que el diez de diciembre ha quedado oficializado como el Día de los Derechos Humanos.

Ambos acontecimientos, ambos recordatorios, tienen sus nexos. Los derechos humanos abarcan cuestiones tan básicas como la vida, la integridad personal, la libertad, la igualdad, el honor, el asilo o la privacidad. Sí, resultan tan evidentes como fundamentales, pero ¿realmente se cumplen en nuestro entorno? Y ¿somos capaces de creernos que también los gobiernos, y los propios particulares, los acatan en la mayoría de estados de nuestro planeta?
Si, después de reflexionar, respondemos afirmativamente a ambas cuestiones, qué contestaremos cuando nos interroguen sobre el cumplimiento de derechos como a la libre elección de trabajo, a remuneración equitativa o satisfactoria, a una limitación razonable de la duración del trabajo o a la seguridad e higiene en el entorno laboral. Por no preguntar ya por el más elemental de todo este elenco, el propio derecho al trabajo.
Resulta innegable que no se cumple una gran parte de los enumerados, tanto en nuestra comunidad autónoma como en el contexto general de nuestro país. Por tanto, ya podemos suponer lo que está ocurriendo en la mayoría de naciones de África, Sudamérica o Asia, cuyos habitantes viven en unas condiciones bastante peores que las nuestras.


Por desgracia, celebramos estas jornadas de reivindicación de derechos en un contexto en el que las dos autoproclamadas grandes potencias europeas (obviamente Francia y Alemania) atenazan al resto con una reclamación constante de reducción de déficit. Cueste lo que cueste. Aunque implique políticas de eliminación de miles de puestos de trabajo. Para quien gobierna desde una burbuja presidencial esta consecuencia resulta una especie de ´daño colateral´ asumible. Desde luego, no lo entienden ni lo viven así los millones de trabajadores que pierden sus puestos laborales.

Protagonismo del voluntariado
Ante esta situación de insensibilidad gubernamental el voluntario adquiere una responsabilidad todavía mayor. De ahí la relevancia de la primera de las dos fechas citadas en el párrafo inicial, la del voluntariado para el desarrollo económico y social. Constituye, en la práctica, uno de los escasos resortes para activar mentes y para fomentar la colaboración entre ciudadanos de a pie, entre quienes sufren la realidad. 

Cambio de mentalidad
Cuanto mayor sea el número de habitantes de este planeta que se implique en movimientos sociales de cooperación interpersonal y cambio de mentalidad colectiva, más cerca estaremos de salir de las arenas movedizas en las que nos estamos hundiendo. 

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