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sábado, 8 de febrero de 2014

El paradigma Alboraia (ABC)

La corporación municipal de Alboraia constituye, históricamente, un anticipo hiperbólico de las tendencias políticas. En pleno apogeo del PSPV, a finales de los 80, en esta localidad de l´ Horta Nord la formación entonces liderada por Joan Barres quedaba lejos de las mayorías absolutas. La representación local de Unión Valenciana, liderada por Vicente Cabo, convertía el municipio en uno de sus principales bastiones antes de que su prohombre por antonomasia, Vicente González Lizondo, soñara siquiera con presidir las Cortes Valencianas. En 1999 Cabo migraría con 50 conmilitones hacia el pujante Partido Popular.

Después se produjo un inciso de normalidad, en el que Alboraia siguió la tendencia nacional con gobiernos de mayoría del PP. Hasta que en 2011 las cuitas internas y las sombras sobre su gestión provocaron que el primer edil, Manuel Álvaro, y su equipo perdieran la absorbente mayoría absoluta y se vieran sumidos en una profunda oposición.
Un tetrapartito, al que unía el enemigo común (PP), se conjuró para dar la alcaldía al más votado, el socialista Miguel Chavarría. El PSPV había logrado únicamente cinco ediles sobre un total de 21. Transcurridos dos tercios de mandato, el citado Chavarría sobrevive con el respaldo de los tres concejales de Compromís. La formación independiente Cialbo se ha partido (su portavoz se queda con el acrónimo y su segunda, Raquel Casares, forma parte de los no adscritos mientras le tientan formaciones emergentes).
Y los exPP de UPPA, que consiguieron tres ediles, descubrieron que el encanto de compartir enemigo se marchita cuando comprueban que con el nuevo amigo (PSPV) realmente tienen escasos puntos de coincidencia. Cuatro años pueden resultar una eternidad. Y en Alboraia lo están comprobando todos los contendientes en liza. ¿Constituirá, de nuevo, un anticipo local de aquello que ocurrirá a nivel autonómico? Si sustituimos Cialbo por EU y UPPA por UPyD o Ciudadanos y extrapolamos la situación, puede que no andemos tan desencaminados.

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