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lunes, 24 de octubre de 2011

Filántropo corredor (diariocriticocv.com)


Víctor Cerdà en acción

Su filantropía. Es el factor más destacado del gesto de Víctor Cerdà, un atleta valenciano que se ha fijado la marca de recorrer 300 kilómetros de la provincia de Valencia, a una media de cien por día –no exagero-, para que sus convecinos conozcan el síndrome de Rett.
En el momento en que el lector contemple e ingiera mentalmente esta columna la prueba unipersonal del ultramaratoniano Víctor Cerdà habrá concluido. Su periplo, que comenzó el viernes 21 en Andilla, posiblemente haya terminado ya en Bocairent, donde situó la línea de meta. Me limito a presuponer porque el resultado final es lo que menos importa de su gesto. El hecho primordial consiste en que ha decidido fijarse este reto para divulgar la enfermedad que padece la hija de un compañero corredor.
Me refiero a María Ferrer, una adolescente de 12 años cuyo cuerpo sufre la parálisis progresiva que ocasiona el denominado síndrome de Rett para ‘honrar´ el apellido del doctor austríaco que lo descubrió. Consiste, básicamente, en un trastorno neurológico que afecta a una de cada 15.000 niñas. Su progenitor, Josele, se ha desvivido por tratar de estimular el deteriorado cuerpo de su hija. Probó numerosas terapias hasta que comprobó que una de las más efectivas consistía en correr empujando el carrito en el que se mueve María. Así, además de eliminar episodios de autismo, conseguía que se le iluminara el rostro con una sonrisa.
Víctor Cerdà conoció la afición de padre e hija por las carreras populares a través de internet. En cuanto trabó relación con ellos se enfundó en sus pruebas una camiseta con el lema ‘yo también empujo el carrito´. Desde entonces le ha dedicado algunos de sus premios y ahora le ha rendido reconocimiento con un recorrido de plusmarca, con 300 kilómetros atravesados en únicamente tres días.
Presentación de ´La victoriosa´en Diputación

Todo su esfuerzo lo ha orientado a un único objetivo –y no me refiero a llegar a meta-. Ha tratado, y lo sigue haciendo, de dar a conocer esta enfermedad catalogada, como tantas otras, con el sobrenombre de ´rara´. La falta de medios humanos y materiales para investigarla y el hecho de que no tenga tanta incidencia como otras la ha sumido en un injusto olvido para la sociedad en general. Desde luego, no para los padres y madres que cada día luchan con denuedo por lograr que su hijo o hija avance, poco a poco, en la superación de este síndrome.

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