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lunes, 9 de septiembre de 2013

Provocadores e irritados

La incursión de la cadena independentista catalana en tierras valencianas ha tenido un efecto revitalizador entre los partidos autóctonos defensores de las raíces propias. Con celeridad, y auspiciados por la Plataforma Valencianista, han fletado autobuses y coches rumbo a Vinaroz. No han querido dejar sin respuesta esta intromisión de una reivindicación externa en territorio de la Comunidad Valenciana.

Compartir una grave adversidad une casi tanto como afrontar un enemigo común. Ambas circunstancias crean coaliciones variopintas y férreos nexos. El afán independentista desatado por el Gobierno catalán está ayudando a avivar el fuego valencianista. Además, en este caso con la afrenta incluida de alargar la cadena hasta territorio externo.

Ante esta coyuntura partidos y entidades culturales valencianistas han decidido trasladarse hasta Vinaroz y, literalmente, “romper la cadena”. Manifestar, con una concentración autorizada por Delegación del Gobierno y con cientos de Senyeras, la oposición a ese independentismo catalán y, sobre todo, al hecho de que incluya la Comunidad Valenciana en sus reivindicaciones separatistas.

Convocar una cadena humana constituye una forma de expresar un sentimiento. Nada que objetar si no se invade territorio exterior. En este caso su llegada a Vinaroz mezcla libertad de expresión y provocación. Supone manifestar un deseo en casa ajena , donde la inmensa mayoría de ciudadanos no se siente identificado con esa petición. Más aún, muchos la rechazan. Los valencianos que la apoyan sería más lógico que se desplazaran a Cataluña a enlazarse como un eslabón más.

Si reprobable resulta esta intromisión catalana, tampoco voy a felicitar a Plataforma Valencianista y al resto de fuerzas autóctonas que se han lanzado en tropel a Vinaroz. Vuelven a los temas recalcitrantes de siempre, a preocuparse por lo que hacen los catalanes. Al ciudadano de a pie, al valenciano medio que cada día sale a la calle a buscarse la vida, esos temas no le importan. Quiere que la economía resurja y que su sociedad se fortalezca. Mejor harían en centrarse en las actuales demandas ciudadanas y en fomentar lo propio, en seguir el camino de los valencianos, sin mirar tanto al norte, a qué hacen otros.


Unos han provocado y otros han caído en la provocación.

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1 comentario:

  1. No tenía ni idea de la convocatoria de esta contra-manifestación por Plataforma Valencianista.
    Estoy de acuerdo contigo en que esta cadena humana es una forma de manifestar un sentimiento. El hecho de que se extienda a Vinaroz, en mi opinión, no deja de seguir expresando dicho sentimiento (siempre que no se haga uso de la violencia). En el caso de que los convocados por la Plataforma, sí lo hagan, quedarán totalmente deslegitimados (una contramanifestación pacífica sí sería, en mi opinión, totalmente aceptable).
    No obstante, tal vez lo más importante en este asunto debería ser la palabra de los habitantes de aquellas tierras...

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