Pensar en verano en Fallas rompe con todas las ideas
preconcebidas y costumbres adquiridas sobre la fiesta. También supone reactivar
la vida en Valencia en plena calina estival y antes del comienzo del curso
escolar, que es el que en la práctica marca el calendario del inicio de las
rutinas y da carpetazo a la relajación veraniega.
En septiembre entraremos en otra dimensión más acelerada de
la vuelta de vacaciones. Salvo anulación de las fiestas, que todo resulta
posible ante el azote de la pandemia y la falta de un cronograma que marque
restricciones en función de la incidencia, la Valencia política también se
reactivará antes de lo habitual. Además, lo hará en una época de mandato
decisiva, cuando ya hemos entrado en la segunda parte, en los últimos dos años.
A partir septiembre de 2021, con las elecciones locales
señaladas para el último domingo (el día 28) de mayo de 2023, quienes forman
parte del equipo de gobierno ya empiezan a pensar que lo que tienen (en
sueldos, status, influencia…) pueden perderlo en poco más de año y medio, que
el final está más cerca. Y, por el contrario, los partidos que no gobiernan ven
con mayor proximidad la conclusión de su travesía por el desierto de la
oposición. Todos, en definitiva, saben que la cita con el electorado valenciano
se acerca y que deben agilizar su maquinaria para que vaya sembrando el poso de
su gestión. Las Fallas acelerarán la vuelta a la actividad y al frenesí
político en septiembre.
En esa misma línea se multiplicarán las conversaciones sobre
quién encabezará la candidatura de cada formación. De si el actual alcalde,
Joan Ribó, con 74 años en 2023, no se volverá a presentar (personalmente llevo
meses apostando a que sí lo hará. Le
insistirá Compromís por su tirón con una parte del electorado), de si la
vicealcaldesa primera, Sandra Gómez, encabezará de nuevo la candidatura del
PSPV, de si tal o cual persona puede ir al frente de Vox y de qué pasará con
Ciudadanos. El único rostro claro de cartel electoral, de momento, parece el de
la candidata del PP, María José Catalá.
También emergerán nuevos partidos, comenzará a dar síntomas
de rebrotar alguno antiguo que parecía defenestrado electoralmente y ciertos ciudadanos
de a pie mostrarán su intención de participar en la vida política de la ciudad
con nuevos proyectos que intentarán romper con el oligopolio político
establecido. En cualquier caso, todo esto será a partir de septiembre. Hasta
entonces, y en la medida de lo posible, relajémonos.
Artículo publicado en el número de julio de El Periódico de Aquí.
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