Etiquetas

sábado, 4 de octubre de 2025

Historias por LATAM (IV)

¡Cara y cruz en El Salvador!

El Salvador nos marcó con su cara y su cruz. La segunda se imprimió en nuestra mente al descender de un autobús público en una céntrica avenida de la capital, San Salvador. Una vendedora ambulante que preparaba y ofrecía los típicos tamales de maíz nos lanzó una pregunta: “¿qué hacen dos gringos andando por esta zona?”, y una advertencia: “es peligroso”.

No le hicimos demasiado caso más allá de extremar la prudencia hasta que apenas cien metros después un pick-up con dos policías se detuvo ante nosotros y, directamente, se ofreció a llevarnos donde quisiéramos por “nuestra seguridad”. Nos condujo, subidos en su parte posterior, hasta una zona residencial, y los agentes nos aconsejaron que no saliéramos de ese entorno. Así lo hicimos y nos lo tomamos como un pequeño descanso en el viaje.

El país lo disfrutamos más en la siguiente parada, en su costa pacífica. En concreto, en el municipio de La Unión. Y más específicamente en la playa de El Tamarindo. Nos alojamos en una pensión familiar, tanto que prácticamente éramos los únicos huéspedes y en recepción coincidíamos con la amable familia al completo.

Aunque la playa, en aquellos tiempos -se han cumplido 25 años de estas vivencias que narro- resaltaba sobre todo por una embarcación varada a escasos 30 metros de la orilla dentro del mar, disfrutamos del entorno y degustamos, entre gastronomía local, una langosta exquisita. Cada mañana de los tres días que nos quedamos nos acercábamos al cercano mercado para adquirir una piña. La partíamos por la mitad y ese constituía nuestro desayuno caribeño. En la habitación podíamos elegir para descansar entre cama o hamaca, que convivían en el mismo espacio.  Fue la cara alegre de las memorias salvadoreñas.

Pese a que nos llevamos alguna picadura de pulga de recuerdo de ese alojamiento, salimos con la convicción de que necesitábamos una hamaca propia. La compraríamos en el siguiente país que visitamos, Nicaragua, en el mercado por antonomasia de este artículo, el de Masaya.


Con motivo del 25 aniversario del largo viaje que hice con mi amigo José Ramírez por Centroamérica, Perú y Bolivia voy a recopilar en el blog algunas historias de aquella travesía. Por entonces todavía ese cuaderno de bitácora digital no existía y no podía, por tanto, trasladar allí estas anécdotas. Ahora puedo compensar con recuerdos, imágenes (como algunas de la travesía por El Salvador) y transcripciones recopiladas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario