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| 20 minutos Comunidad Valenciana 08-06-2011 |
Las personas que, en su calidad de políticos electos, sean investidas alcaldes el próximo sábado asumen una importante responsabilidad con los vecinos de cada municipio que van a dirigir. De su gestión dependerá una significativa parte del futuro de sus conciudadanos.
Su cargo adquiere una relevancia mayor si cabe por la situación de decaimiento económico y social que atraviesa España. La nueva legislatura no estará marcada por la inauguración de pabellones deportivos o centros de ocio. Nos conformaremos con lo que tenemos ahora.
Las prioridades inminentes resultan bastante más básicas y se centran en crear empleo y atender las necesidades elementales de quienes carecen de lo mínimo para vivir bajo un techo, vestirse y alimentarse. El resto pasa a un lugar secundario. Cuando el día 11 de junio eleven la vara de mando, los proclamados alcaldes habrán sellado un pacto casi sagrado con todos los vecinos de su entorno. No existe margen para incumplirlo.
