Disponer de una sede propia, de un simple lugar donde
reunirse, constituye un verdadero quebradero de cabeza –y de presupuesto- para
la inmensa mayoría de partidos políticos, sobre todo para aquellos con menos
afiliados y, por tanto, inferiores ingresos. ¿A qué soluciones recurren?
Veamos qué sucede en Valencia desde el grupo con menor
representación en ayuntamiento y Cortes autonómicas hacia abajo. EU dispone, en
la actualidad y tras un reajuste, de tres sedes en la capital. La central se
halla en el número 25 de la calle Borrull, en un bajo. La que acoge las
reuniones de su principal corriente, el Partido Comunista, está localizada en
Taula de Canvis, 8. Ambas son de propiedad del partido, que abona su
correspondiente hipoteca. Emplea una tercera, radicada en Primado Reig, en
régimen de alquiler.
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ABC. Pág. 52. edición Comunidad Valenciana |
Por esta fórmula ha optado Unión, Progreso y Democracia
(UPyD). La sede autonómica tiene como dirección la puerta 11 del patio 1 de la
calle Garrigues. También cuenta con locales arrendados en Castellón y Alicante.
Unio, el partido presidido por Raül Cerdà, destina una porción destacada de las
cuotas de sus afiliados a pagar mensualmente el alquiler del despacho número 44
del número 5 del Pasaje de la Sangre, en pleno centro de Valencia. Ha tenido
más recorrido que el partido del que se escindió, Unio Valenciana, abocada a
cambiar de ubicación por falta de recursos.
Units per Valencia y Renovacio pueden presumir de un
militante dadivoso que les cede un habitáculo. Los primeros, dirigidos por
Carles Choví, utilizan un bajo en el 165 de Guillem de Castro sin coste alguno.
Eso sí, a cambio de sufrir pintadas. Renovacio, liderada por Benjamín Lafarga,
se ha asentado provisionalmente en el 95 de Blasco Ibáñez aunque prepara la
mudanza al 22 de la calle Barraca, más amplio. Cada uno se busca la vida como
puede.
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