Esta mañana, en el paseo, descubro qué es la palmera pipa, porque me topo con las dos con el tronco más largo del palmeral. Se trata de un árbol inclinado hasta casi el punto de caerse si no tuviera un soporte, que en ambos casos es el tronco recortado de otra palmera. Transito entre caminos del palmeral que salen y entran del casco urbano.
Hoy, después del
desayuno, nos encaminamos a la etapa previa a nuestro destino de hoy: Santa
Pola. Nos cuesta aparcar, pero en cuanto lo hacemos y nos dirigimos al puerto
nos empiezan a gritar desde una de las casetas de venta de pasajes para los
catamaranes que se desplazan hasta Tabarca. ¡Va a salir ya! ¡Va a salir ya! nos
insisten.
Compramos los
billetes, a diez euros ida y vuelta, y subimos al barco que, cierto es, zarpa
de inmediata. Son poco más de las 11,30 horas y, tras un recorrido tranquilo,
nos plantamos en unos 25 minutos en la también conocida como Isla Plana, a poco
más de cuatro kilómetros del extremo de Santa Pola.