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sábado, 4 de febrero de 2012

El indomable Mata (ABC)

Quizás ha llegado la hora de Manolo Mata. Con su partido sumido en una contienda fratricida y devastado por el desastre económico de la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero, el ex concejal de Valencia y ex diputado autonómico del PSPV emerge con más fuerza que nunca. Curtido en tantas batallas casi como derrotas políticas, Mata reedita la figura del indomable dios de la guerra, Ares, del que los antiguos griegos desconfiaban por no pertenecer a un bando u otro y por seguir, simple y llanamente, sus inclinaciones.
La deidad identificada por su escudo de bronce y por la lanza que blandía llegó hasta tal punto de independencia que en la mismísima guerra de Troya combatió, alternativamente, con ambos bandos. Mata, siempre enarbolando las premisas de Izquierda Socialista, ha pasado de enfrentarse a los ´lermistas´ en Valencia a aliarse con ellos contra el ahora enemigo común, Jorge Alarte.
No ha dudado un ápice en oponerse al aparato apisonador de su partido en sucesivas ocasiones, a sabiendas de que su derrota ya estaba sellada de antemano, como ocurrió en las últimas elecciones primarias a candidato socialista a la alcaldía de Valencia. Los espartanos, herederos legendarios de Ares, encadenaron una estatua de este dios olímpico para mostrar a sus enemigos que el espíritu de guerra y de victoria nunca les abandonaría.

ABC CV Pág. 60  Viernes 03-02-3012

Mata reencarna ese sentimiento guerrero e irreductible. Lleva 25 años en la vida política valenciana, casi la mitad de su existencia personal. No obstante, a pesar de su veteranía sigue transmitiendo el afán del cambio, de la lucha contra el poder establecido, del inconformismo en su partido. Puede que porque nunca ha llegado a gobernar,-si exceptuamos dos años con Clementina Ródenas como alcaldesa de Valencia-. Puede que porque casi siempre ha sido oposición de la oposición.
Al igual que los atenienses decidieron construir un templo en el ágora para honrar a Ares, quizás los militantes socialistas opten, en unos meses, por entregar su secretaría general en la Comunidad Valenciana a uno de los escasos políticos que confirman el valor y coraje necesarios para asumir ese cargo. Lucha y perseverancia no le faltan.