Viraje al pragmatismo. Los partidos
valencianistas, antaño limitados a la lengua y a los valores autóctonos como
principales referentes ideológicos y electorales, se están adaptando a las
circunstancias. El ciudadano busca propuestas de economía y regeneración
democrática. Y ellos tratan de ofrecérselas.
Carles Choví anda rediseñando Units per
Valencia en una tarima centrista cubierta por las siglas CDV (Centristas
Democráticos Valencianos). Focalizará su mensaje en la economía. Primero quiere
comprobar entre un pequeño grupo de ´notables´, como él mismo define, si tiene
aceptación. Después ya intentará expandirse socialmente.
Benjamín Lafarga no ha esperado tanto con
su ´transversal´ Renovacio Politica. Recuperar la tradición agrícola e
industrial valenciana constituye uno de sus ejes. Desde luego, marcado por el
uso del valenciano ancestral. Difiere de Choví en que este último da libertad
de empleo de unas normas u otras a sus militantes.
ABC CV (15-02-2013). Pág. 61 |
En cambio, Lafarga coincide con Accio
Nacionalista Valenciana, partido que trata de resurgir de sus cenizas y
recuperar el vigor de aquellos años en que ejercían de juventudes de Unión
Valenciana, en los tiempos de José María Chiquillo. De momento han comenzado
con la presentación del libro KLAM2, con 12 relatos de autores como Boro
Vendrell, Frederic García, Joan Benet o Jaume Hurtado. Todos, claro está,
redactados ciñéndose a las Normas de El Puig.
En la misma órbita se mueve la Unio de
Raül Cerdá, en contacto permanente con Renovacio. Incluso el Centro Democrático
Liberal (CDL), la miscelánea de políticos que dirige el ex socialista José
Enrique Aguar, participa en esas conversaciones y en protestas comunes con los
citados Cerdá y Lafarga.
Mientras, Joan Culla, Agustín Zacarés y
otros adláteres continúan asentando las bases ideológicas de Convención
Valencianista 2012. Tras un año de germinación prometen lanzar en breve su
propuesta social. Todo un batiburrillo de valencianismo que hierve. Y no
olvidemos que Unión Valenciana continúa existiendo, aunque inerte y con la
marca bloqueada por José Manuel Miralles. Y que Juan García Sentandreu se
mantiene ojo avizor.
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