Autonomía respecto a sus mayores, más
implantación social, divulgación de sus actividades e incremento de afiliación.
Nuevas Generaciones del Partido Popular y Juventudes Socialistas coinciden en
sus objetivos prioritarios. También en el empuje con que sus nuevos dirigentes
están dotándolas tras una etapa de estancamiento y de excesivo servilismo a las
direcciones de sus formaciones. Ahora buscan un margen de independencia.
Tanto Juan Carlos Caballero (23 años, PP)
como José Muñoz (27 años, PSPV), vecinos ambos de Valencia, han concluido
Derecho. En el caso del socialista, incluso ADE. El primero ha escogido
opositar mientras que Muñoz despunta en un prestigioso despacho de abogados. Coinciden
además en el escaso periodo que llevan al frente de las juventudes autonómicas
de sus respectivos partidos. Seis meses en el caso de Caballero y nueve en lo
que respecta a Muñoz.
Inactividad
Eso sí, han logrado, en tan escaso plazo,
difuminar la deleble estela de sus antecesores (Verónica Marcos y Fernando Díaz,
respectivamente). Y lo han conseguido a base de exhibir actividad. Desde
excursiones para plantar árboles, cursos de oratoria o charlas en bares con el
lema ´Ideas y cañas´ en el caso de los populares, hasta lanzando nueva web y mejorando
su imagen corporativa en lo que atañe a
los socialistas.
Muñoz y Caballero compiten en reunirse
con todo tipo de colectivos, desde falleros hasta manifestantes, para pregonar
sus mensajes y, de paso, captar afiliados. NNGG aspira a alcanzar los 8.000 (en
la actualidad cuenta con algo más de 6.000 en territorio valenciano).
Juventudes Socialistas trata de incrementar su predicamento entre el colectivo
universitario.
Tanto uno como otro pretenden fomentar la
participación. En el caso de Caballero aunque el debate abierto implique
cuestionar las subidas del IVA que decreta su partido o que varios militantes
se enfrenten por presidir ejecutivas locales. José Muñoz quiere que Juventudes escriba
el discurso del PSPV para jóvenes en el programa de 2015. Ambos neófitos
políticos siembran reivindicación y brío en sus organizaciones para que dejen de
ser meras filiales apocadas.
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