El tamaño pantagruélico de la paella con la que festejó su primera comunión permanece indeleble en la memoria de Carlos Gil. También los caracoles que surcaban las paredes del lavadero del pueblo. O las carreras hasta la cruz que saluda a los recién llegados. O los bocadillos disfrutados al atardecer sentado en la escalinata de la iglesia.
“En todas las cosas, naturales y humanas, el origen es lo más excelso” señalaba, en una de sus sentencias atribuidas, Platón, erudito clásico donde los haya. Gil corrobora ese axioma al aceptar la propuesta de convertirse en el primer presidente del PP en Sempere, municipio de 48 habitantes donde nunca ha logrado una victoria electoral su partido político. Con 18 años y residente en Valencia aspira, en 2015, a levantar la vara de mando de esta diminuta población que marcó su infancia. Tanto como la casona de su bisabuelo paterno ubicada en la plaza.
Todo un reto. Como el que se ha fijado Gonzalo Mallea, vicesecretario general de Nuevas Generaciones del PP en la provincia de Valencia y, ante todo, presidente del Comité de Ética de los cachorros populares a escala autonómica. Su trabajo y la sensatez y humildad que le alaban desde su círculo de amistades constituyen el espejo en el que se mirarán sus adláteres juveniles. De ahí la importancia de su cargo y, principalmente, de cómo lo ejerza.
En la cantera del otro gran partido nacional y autonómico, el PSOE, también despuntan algunos incipientes líderes. Carlos Manzana se ha baqueteado en el sindicalismo universitario bajo el paraguas de Campus Jove. Desde su actual faceta de secretario de Comunicación y Ciudadanía en Redes de Juventudes Socialistas intenta cultivar el don de la ubicuidad y demostrar que el socialismo valenciano dispone de rostros más tersos que el del omnipresente Joan Lerma.
Coincide en la ejecutiva autonómica de la rama veinteañera de su partido con Samuel Falomir, pujante secretario de organización. Podrá aprender de la tarea desempeñada por Alfred Boix, su homólogo en la estructura del PSPV. De sus aciertos y, también, de sus errores. Y atentos a otro joven de apellido con pedigrí: Antonio Mira Perceval, secretario de Nuevas Tecnologías en Juventudes Socialistas.
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