Sin conexión a internet ni cobertura de móvil. Ni tan siquiera televisión en las habitaciones. No se trata de una reclusión o de llevar una vida de eremita, sino de disfrutar de una desconexión en la sierra de Espadán, en la provincia de Castellón.
Esta búsqueda de relajación, reposo o calma interior la
ofrece con una cómoda austeridad el complejo autosuficiente Mar de Fulles,
ubicado en el término municipal de Alfondeguilla aunque casi situado montaña a
través, a algo más de dos kilómetros del casco urbano de la citada población.
Aunque lo abrió hace ocho años tuvo que dedicar bastante más
tiempo Juan Manuel Urbán, director del proyecto, a gestarlo. Para empezar,
compró una amplia extensión de monte que negoció con casi una veintena de
propietarios. “Teníamos muy clara la ubicación por la cercanía a Valencia y a
la playa y porque disponemos de todo el sol de la Comunidad Valenciana”,
explica el orgulloso propietario.